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Rescatada una familia alemana en Galicia tras 10 días a la deriva

Tres adultos y una niña de dos años sobreviven en el mar sin comida y con agua de lluvia

Xosé Hermida

Cuatro náufragos de nacionalidad alemana, un matrimonio, su hija de dos años y el patrón del yate, pariente de la pareja, han logrado salvar la vida tras pasar 10 días sin comer y bebiendo agua de lluvia en un bote a la deriva en medio del Atlántico. Desde que el pasado día 12 tuvieron que abandonar el yate de 13 metros de eslora en el que zarparon desde A Coruña, la obsesión de los tres adultos era mantener a la niña con vida.

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Los tres adultos apenas si se tenían en pie cuando fueron rescatados, y la niña sufrió una parada cardiorrespiratoria en el mismo momento en que fue izada por el helicóptero de rescate.Desde que el pasado día 12 tuvieron que abandonar el yate en el que viajaban, sus desesperados gestos y el lanzamiento de cuatro bengalas no lograron despertar la atención de ninguno de los buques que navegaban por la zona.

Al fin, el pasado viernes, un mercante tunecino recogió a los náufragos, y un helicóptero de la Xunta de Galicia los trasladó a un hospital de Vigo.

El Seastar, un yate de 13 metros de eslora y un solo palo, zarpó el día 11 del puerto de A Coruña con rumbo a la ciudad francesa de Brest. Viajaban a bordo el patrón de la embarcación, de 28 años; Werner Jan Hoffman, de 32; su esposa Martina Hoffman, de 31, y Lisa, la hija de ambos, de dos años.

Al día siguiente de la partida, ocurrió, por causas sin precisar, una explosión en el motor del yate y se declaró un incendio a bordo, que obligó a los cuatro tripulantes a abandonar la embarcación y refugiarse en un bote salvavidas. El yate no tenía radiobaliza, el dispositivo que emite una señal automática de emergencia al contacto con el agua.

A bordo del bote no había nada que comer, y sólo los aguaceros ocasionales permitieron a los náufragos calmar la sed. La mujer, Martina Hoffman, se pasó los días cobijando a la pequeña en su regazo para mantenerla caliente y viva. "Temí mucho por su vida", confesó ayer su madre, quien atendió a los periodistas en el Hospital Xeral de Vigo.

Cuando estaban llegando a una situación límite, el pasado día 21 toparon con el mercante tunecino Jerba, que navegaba a 70 millas de la costa gallega, en ruta desde Bretaña a Portugal. Tras 15 minutos de desesperados aspavientos, lograron llamar su atención y por fin fueros rescatados.El estado de la niña empezaba a ser preocupante, y el capitán tunecino avisó a los servicios españoles de salvamento, que a las 17.00 horas del miércoles enviaron el helicóptero Pesca I de la Xunta de Galicia para un traslado de emergencia. La operación de rescate resultó dramática, ya que por un momento la vida de la niña pendió de un hilo.

"Los cuatro estaban bastante mal", relató uno de los miembros de la tripulación del helicóptero, "en cuanto se ponían de pie, se mareaban. No podían andar apenas después de tanto tiempo en la balsa. La niña se encontraba muy débil y mientras estábamos izándola al helicóptero sufrió una parada cardiorrespiratoria. Tuvimos que hacerle una reanimación de urgencia. En un primer momento el corazón le empezó a latir y poco después conseguimos que también volviese a respirar".

La niña fue llevada a toda prisa al Hospital Xeral de Vigo, donde se le apreciaron síntomas de deshidratación y desnutrición, alteraciones neurológicas de segundo grado y numerosas heridas y quemaduras. El helicóptero hizo un segundo viaje para recoger a los tres adultos, cuyo estado era mucho mejor. De hecho, los dos hombres ya fueron dados ayer de alta. La niña permanece ingresada en la unidad de cuidados intensivos.

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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