Detenido un cazador furtivo en Villamanta con la cabeza de un ciervo

Agentes de la Comandancia de la Guardia Civil detuvieron el pasado lunes en Villamanta a un cazador furtivo, A. M. R., de 58 años, que llevaba en su coche la cabeza de un venado con una cornamenta de 16 puntas, además de un rifle con silenciador y mira telescópica.Según la Comandancia de la Guardia Civil, los agentes del puesto de Villamanta montaron una operación especial en la madrugada del pasado día 18 para localizar a varios cazadores furtivos que acuden a los cotos de caza mayor de la zona en esta época del año, en la que se aparean los ciervos y los corzos.

Una pareja de guardias civiles localizó, a la una de la madrugada, un vehículo sospechoso que circulaba sin luces. Los agentes detuvieron el vehículo. En el interior se encontraron con la cabeza de un venado que acababa de ser abatido y degollado. Además del rifle calibre 243 y la munición, el detenido también llevaba oculto en el coche un visor de precisión, navajas, machetes, un cuchillo de carnicero y varios kilos de carne.

La Guardia Civil le imputa un delito contra el medio ambiente y otro de tenencia ilícita de armas, ya que carece de permiso. El hombre podría ser sancionado con una multa de hasta un millón de pesetas, según el nuevo reglamento de caza.

La Comandancia de la Guardia Civil es consciente de que, en septiembre, los furtivos actúan cada año en los montes de Villamanta y sus cotos, ya que es la época de berrea, en la que los machos braman para cortejar a las hembras. "Los furtivos saben que los ciervos están cegados con las hembras y son presa fácil para los cazadores", explicó ayer un agente de la Guardia Civil.

En el mercado negro, las cabezas de ciervo o venado con cornamentas de muchas puntas pueden venderse por unas 200.000 pesetas. La Comandancia de la Guardia Civil ha detenido, a lo largo de este año, a 200 cazadores furtivos. La mayoría actúa de noche y en zonas protegidas.