"Ha sido un combate táctico"
"Hasta que no pasen unos días no me creeré que la medalla es mía", asegura Isabel Fernández
"Aún no me lo creo, acabo de terminar y hasta que no pasen unos días no me lo creeré. Entonces miraré la medalla, la volveré a tocar y a tocar y me lo creeré que es mía. Es algo que llevas soñando toda la vida y cuando lo consigues no te lo crees". Así se expresaba, todavía medio llorando de la emoción, Isabel Fernández apenas unos minutos después de lograr la medalla de oro.Justo en el momento de retirarse, se produjo un lamentable incidente al interceptar la policía a su marido y entrenador, Javier Alonso, que presenciaba el combate en uno de los laterales. Tras un forcejeo y las correspondientes explicaciones, al fín pudo abrazar a su mujer y alumna, que le dedicó el título olímpico. "No sé por qué no le han dejado pasar", dijo Isabel sobre lo que había ocurrido, una mala anécdota en los momentos de felicidad que estaba viviendo. Y hasta añadió con sorna: "Tampoco iba a hacerme nada, se pensarían que iba a pegarme, pero creo que no..."
Sobre el combate final, con la cubana Driulis González, comentó: "Es una de las rivales más duras que tengo y no me podía fiar hasta el último segundo. Más que un combate bonito ha sido táctico para poder vencer, pero al final se ha logrado". A través de la cadena Ser, que había estado en contacto con su madre, habló en esos instantes también con su padre: "¿Me has visto? Estoy muy contenta, aún no me lo creo", volvió a repetir. Y sobre el final del combate en que resistió a su rival sin recibir una amonestación dijo: "Pensé en aguantar, claro. Ha sido muy duro, porque era muy difícil tirar a la cubana y como iba ganando por una sanción más que ella pues he intentado controlar el combate los segundos que quedaban para el final. Hacía lo posible para que no me sancionaran, pero estaba al límite. Al final ha pasado el tiempo y se terminó todo. Estoy muy contenta".
La infanta Cristina e Iñaki Urdangarín, que llegaron al Exhibition Hall para presenciar los combates finales al preverse la medalla de Isabel, mostraron su alegría en la grada con banderas españolas en las manos y también felicitaron a la campeona. En la conversación se pudo escuchar cómo le recordaban los duques que había subido del bronce en Atlanta al oro en Sydney y ella contestó: "Después del penúltimo combate pensé que al menos ya tenía la plata, más que allí". Incluso a preguntas de la infanta le hizo un resumen de su rival: "No la he visto tan rápida, pero sí muy fuerte, como siempre; es una yudoka muy estática, pero muy segura, muy difícil de mover para poder tirarla".
La entrenadora general del equipo femenino y ex campeona Sacramento Moyano, no cree que González, como el resto de cubanos, hayan venido menos fuertes a Sydney, como se especula, al haber controles antidopaje más estrictos: "Se conocen tanto que han tenido que hacer un combate táctico. Isabel le tenía muchas ganas y ha hecho un gran combate. Es la mejor", concluyó.
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