Como los mejores
Algunos aficionados piensan que los triatletas son excelentes deportistas en general, pero simplemente buenos especialistas en la natación, el ciclismo y la carrera a pie. Sin embargo, los estudios científicos demuestran cómo las cualidades físicas y fisiológicas de los que componen la élite de este deporte se aproximan a las de los mejores nadadores, ciclistas y corredores. Así, son tan delgados como los ciclistas y los maratonianos (apenas un 6-10% de grasa corporal) sin perder características propias de los nadadores (mayor estatura y masa muscular en el tronco superior). Por otra parte, su consumo máximo de oxígeno (VO2max) suele ser similar al de los ciclistas (entre 70 y 75 mililitros /kilo/minuto) y a veces se asemeja al de los grandes fondistas (por encima de los 80 mililitros). Tan altos valores de VO2max reflejan una enorme capacidad de la bomba cardíaca para enviar sangre oxigenada a los músculos. Y es que el triatlón exige un esfuerzo intenso y continuado.En cada segmento los triatletas son capaces de rendir alrededor o incluso por encima de su umbral anaeróbico, que es la intensidad de ejercicio a partir de la cual los músculos empiezan a entrar en acidosis. Así, el olímpico (1.500 metros de natación, 40 kilómetros de ciclismo y 10 kilómetros de carrera) es agonístico. El único combustible para los ejercicios prolongados y muy intensos es la glucosa almacenada en forma de glucógeno. Se exprimen los 500-700 gramos de glucógeno de los que se dispone: los depósitos del tronco superior (en la natación), los del cuádriceps (en el ciclismo) y los de las extremidades inferiores (en la carrera). De todos modos, la combinación de los tres deportes quizás permita que el lactato circule de unos músculos a otros para ser reciclado como sustrato energético alternativo: por ejemplo, el producido por los músculos de los brazos durante la natación podría ser utilizado por los del cuádriceps durante el ciclismo.
El orden de las modalidades (natación-ciclismo-carrera) es posiblemente el más adecuado desde el punto de vista científico-médico. Permite a los triatletas hidratarse e ingerir sustratos energéticos (hidratos de carbono) en el ciclismo, una fase larga y con momentos de recuperación. El mayor problema radica en la transición a la carrera, es decir al pasar de las contracciones concéntricas del pedaleo, en las que el músculo trabaja acortando su longitud, a las traumáticas y más exigentes contracciones excéntricas del correr, en las que el músculo intenta acortarse a pesar de que el movimiento lo alarga inevitablemente. De hecho, hace menos de dos décadas se consideraba que el ciclismo y la carrera eran incompatibles. Hasta que llegaron los triatletas.
Alejandro Lucía es fisiólogo de la Universidad Europea de Madrid.
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