La responsabilidad compartida
La celebración del IX Congreso del PSPV-PSOE se presenta ante el conjunto de la sociedad como una ocasión propicia, dramática para muchos, de buscar soluciones que ayuden a resolver los conflictos que lastran al partido desde hace mucho tiempo.Algunas cosas, por fortuna, han comenzado ya a cambiar. La primera, el hecho mismo de que se presenten distintas opciones, lo que ha de enriquecer necesariamente el debate. Tal vez una manera de salir de la maraña sea que candidatos surgidos del partido (¿de dónde, si no?) ofrezcan, ofrezcamos, lo que de bueno, si lo hay, pueda ser aprovechable.
El tono, el estilo, está manifestando también apreciables variaciones: listas de consenso en muchas agrupaciones, abandono de la descalificación como método, apertura a todos los candidatos. Es, no cabe duda, un avance; puede ser que aún tímido, pero importante. La lucha descarnada por el poder, y el resentimiento entre sectores enfrentados, parecen dejar paso a un espacio compartido donde la palabra, el mensaje, se presenta con toda su validez y contundencia.
Una de las reflexiones colectivas que ha de salir del IX Congreso es la de propiciar un ejercicio de responsabilidad compartida. Durante mucho tiempo, se ha venido utilizando la estructura territorial del PSPV para hacer oposición interna. Del Congreso de Alicante ha de salir un compromiso colectivo de lealtad, de apoyo responsable a quienes resulten elegidos. También se ha de poner de manifiesto que en este partido se actúa con consideración al discrepante, con respeto a la diversidad.
Nuevas dinámicas que están en la mente de todos servirán para evitar que los errores se repitan: limitación de mandatos, incompatibilidades, consolidación de las primarias, reflexión sobre el modelo territorial de organización, impulso desde unas agrupaciones oxigenadas, mecanismos permanentes de interlocución social, integración de simpatizantes en debates y decisiones, mayor conexión continuada con los votantes, ...
Un colectivo que manifiesta con tanta firmeza su deseo de resolver sus propios problemas es un colectivo con futuro, y el Partido Socialista lo tiene, porque tiene ambición de ser, de proponer, de actuar, de crear, de gobernar.
Tras el IX Congreso, el socialismo valenciano volverá a presentarse unido a la sociedad. Podrá agregar su voz a la de personas, organizaciones y colectivos que, desde su propia y necesaria autonomía, verán con buenos ojos nuestra fortaleza. También recuperará a quienes fueron un importante capital de reflexión progresista y que un día callaron o miraron a otro lado, obligados por el aire irrespirable que generaba el tribalismo.
El PSPV emitirá un mensaje creíble. En él, ocuparán un lugar destacado el impulso a nuevos modelos de vertebración del territorio valenciano; la defensa de la calidad de vida de trabajadores y trabajadoras; el reparto equitativo del bienestar; la lucha contra la exclusión social y la pobreza; la garantía de servicios públicos de calidad; la formación para todos a lo largo de toda la vida; la cooperación entre instituciones investigadoras, en particular las universidades; la apuesta por el desarrollo sostenible; el fortalecimiento de la sociedad civil, del poder local, del autogobierno valenciano,...
La derecha va a tener un serio motivo de preocupación a partir del congreso socialista. Empieza la cuenta atrás definitiva para desalojar de la Generalitat a un gobierno autoritario, intolerante, caciquil y clientelista, enemigo de lo público y hostil a nuestra cultura y nuestra lengua; un gobierno que manipula de manera descarada los medios de información públicos y que intenta acallar las voces que denuncian la coacción, las corruptelas y las trapisondas de una gestión más que mediocre.
El PSPV va a superar los conflictos, va a integrar la pluralidad, va a ofrecer alternativas sólidas, va a activar una oposición firme y responsable, y va a continuar desarrollando políticas de progreso, igualdad y solidaridad en las instituciones que gobierna. Como apunta el lema del IX Congreso, estamos en el punto de partida. Juntos, podemos lograrlo.
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