Ángeles Caso dice que en su obra late el "irremediable deseo de vivir"

La novela ganadora del Premio Fernando Lara fallado en Sevilla el pasado viernes es un relato triste y nostálgico, pero del que emerge el profundo deseo de vivir. Así la describió ayer su autora, Ángeles Caso, quien se remitió a una cita de un poeta griego que ella recoge en su novela en referencia a la "irremediable ansia de vivir" de los derrotados. Planeta sacará a la luz Un Largo silencio el 10 de octubre, un libro que relata la experiencia y los recuerdos de tres generaciones de mujeres de una misma familia tras los avatares de la guerra civil española y la umbría silenciosa que se cierne sobre ellas muchos años después porque pertenecían al bando de los derrotados.

Es una novela ambientada en Gijón, aunque la ciudad no se menciona como tal, pero que los paisanos de Ángeles Caso reconocerán de inmediato. Pero igual podría ser Sevilla o cualquier lugar del mundo, porque, según la autora, los sentimientos que se describen son comunes a cualquier persona que haya pasado por un conflicto semejante.

"Nunca se escribe suficiente sobre nada, y mucho menos sobre las cosas tremendas que han pasado. Mantener viva la memoria debería ser la forma de no repetir los errores", manifestó Caso, una escritora que primero fue periodista y que antes estudió Historia. A pesar de esa formación académica, la autora ha prescindido del rigor histórico para centrarse más en los sentimientos y recuerdos y sólo algunos detalles verídicos de la contienda española están documentados. El resto es más un ejercicio de imaginación, experiencia personal y literatura.

El bando de izquierdas

"No es una novela política, trata de gente derrotada y humillada, en este caso, por cuestiones políticas", pero nada más, explicó la autora, aunque dijo que el retrato de los personajes que tenía en la cabeza no podían estar más que en el bando de la izquierda, "por sus principios, su generosidad y la justicia en el reparto de la riqueza".Ángeles Caso dijo ayer que le ha hecho una ilusión especial este premio porque Fernando Lara fue su primer editor y por el padre, José Manuel Lara, "un personaje" por el que siente "un enorme respeto y cariño".

En 1994, Ángeles Caso quedó finalista en el Premio Planeta y esta vez se ha alzado con el Fernando Lara. Ayer contó que escribir es lo único que ha querido hacer siempre, pero que el periodismo se cruzó en su vida sin llegar a ser nunca una ocupación vocacional, por eso no le ha costado abandonarlo. Sin embargo, reconoce que echa de menos el estar con gente, porque trabajar en casa, según dijo, ofrece múltiples ventajas, pero también acarrea una soledad difícil.

A pesar de ello se siente mejor así. "El periodismo es muy absorbente y la literatura también, pero en mi vida hay otras cosas: mi hija, mi familia, mi amor, mis paseos", dijo.