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Los niños del euro

Miguel Ángel Fernández Ordoñez

Los hechos tardan en imponerse a los prejuicios. La gente no acepta fácilmente cambios en los datos cuando estos contradicen una tendencia que se ha mantenido durante mucho tiempo. Un ejemplo de esta inercia es el del último gobierno socialista que entregó el poder sin darse cuenta de que la tendencia del paro había cambiado dos años antes. Fue el nuevo gobierno el que, a los dos meses de tomar posesión, reconoció el cambio diciendo aquello de "España va bien". Y tenía razón, porque el paro había empezado a descender a mediados de 1994 y así ha seguido seis años. La tasa de paro era entonces la peor de la OCDE y ello impedía ver el cambio que se había producido en su evolución. Seis años después seguimos siendo los peores de la OCDE en desempleo pero ya se entiende la diferencia que existe entre el nivel de una variable y su evolución.Al gobierno actual le podría pasar lo mismo con la natalidad. Es verdad que la tasa de fecundidad española es la más baja de Europa, pero ello no debería ocultar el importante cambio de signo que se ha producido en los nacimientos en España. Quizá por ese miedo a ir contra el prejuicio de que la natalidad va mal, casi nadie ha subrayado que la tendencia cambió a mediados de 1998 y que, en 1999, el aumento de los nacimientos en España fue superior al del conjunto de la Europa comunitaria. En 1999, los nacimientos en la Unión Europea aumentaron un 0,1% mientras que en España aumentaron a una tasa extraordinaria, próxima al 4%, siendo España el país de mayor crecimiento de la natalidad entre los quince países de la Unión.

Ana Cabré, directora del Centro Demográfico de Cataluña, se atreve a decir que el crecimiento del año 2000 puede superar al de 1999. Según Cabré, las españolas retrasaron la decisión de tener hijos. No decidieron no tenerlos, sino tenerlos más tarde, con lo cual el Rey no va a ser una excepción en ver cómo sus nietos se concentran en estos años. Los cambios en la economía española apoyan esas tendencias demográficas. El euro, que tanto criticaron algunos economistas, ha introducido un horizonte de estabilidad en las expectativas económicas que influye decisivamente sobre las decisiones con consecuencias en el largo plazo. La gente sabe que aunque los gobiernos nos metan en problemas como, por ejemplo, los que tenemos ahora en la balanza comercial o la inflación, sus consecuencias sobre variables esenciales como el tipo de interés o de cambio son muy limitadas, prácticamente nulas. Gracias al euro, los gobiernos españoles han perdido capacidad de desestabilizar. Los efectos del euro en estabilizar el horizonte económico se han observado en la demanda de viviendas y no es extraño que comprobemos también su influencia sobre la decisión de tener hijos, donde la visión de un largo plazo estable es aún más importante.

Antes de que se lo digan sus sucesores, alguna autoridad del Gobierno debería declarar que en España "la natalidad va bien". Ello sería bueno porque así dejarían de anunciar planes para subvencionar la natalidad y, en cambio, podrían preocuparse de los que están teniendo hijos. España ha desarrollado extraordinariamente las inversiones en educación durante los últimos treinta años pero las dotaciones de guarderías para los niños de menos de tres años van a ser insuficientes para atender al crecimiento de los nacimientos. Porque otro cambio interesante es que ahora las mujeres que consiguen empleo son las que tienen más hijos. Las parejas más acomodadas podrán recurrir a los inmigrantes para cuidar a sus hijos, pero las de menos recursos no podrán solucionar individualmente la tarea de compatibilizar el empleo y los hijos sin convertirla en una empresa heroica. Quienes ahora gobiernan deberían dejar a un lado la preocupación por el nivel de la fecundidad y darse cuenta del cambio que se ha producido en la evolución de la natalidad en España. Ello es importante a la hora de elaborar los Presupuestos. Quien analice los datos sin prejuicios reconocerá que el problema no va a ser la insuficiencia de niños, sino la insuficiencia de guarderías para los niños del euro.

mfordonez@teleline.es

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