Internet favorece la proliferación de nuevas profesiones
'Webmaster' o 'information architect' son oficios con gran demanda
La Red ha creado una amalgama de profesiones desconocidas hace sólo un par de años. Si para la mayor parte de los españoles Internet es todavía un universo inexplorado, más aún lo es el empleo que está generando. Son profesiones de nombre corto, pero de definición compleja y sometidas a una reconversión permanente. Puestos como los de webmaster o information architect se están volviendo imprescindibles para triunfar en la Red.
El valor de los contenidos
Las nuevas profesiones surgidas al abrigo de Internet son desconocidas incluso para los usuarios acostumbrados a la navegación. La mayoría de ellas se denomina por su nombre inglés. En el mejor de los casos, estos nuevos trabajos de cuello blanco tienen una abstracta traducción al español: consultor de inteligencia (diseña los contenidos de una página web), webmetrista (mide la evolución de la audiencia de una página)... "La creación de todas estas nuevas profesiones es algo anecdótico, coyuntural. Detrás de cada site (sitio de Internet) hay un equipo y eso es lo que importa", asegura Gemma Ferreres, analista de la consultora Baquía Inteligencia.Las profesiones de la nueva economía pueden englobarse en tres categorías: las relacionadas con elementos técnicos, las de contenidos y las vinculadas al proceso de márketing. De estos tres grupos, es el último el que tiene más futuro laboral, según Javier Cantera, director general de BLC Human, una consultora de recursos humanos especializada en nueva economía. En cambio, las labores técnicas no tienen tantas posibilidades de sobrevivir: "Morirán a corto plazo. Son actividades de transición entre la vieja y la nueva economía", pronostica Cantera.
"Muerte de las profesiones"
Buscar el contenido adecuado y saber venderlo es más importante que conocer todo el engranaje técnico que sostiene la Red. En muchas ocasiones, profesionales que anteriormente se dedicaban a labores tradicionales han dejado sus empresas y se han metido con sus conocimientos en Internet. Alberto Knapp pasó del mundo de la publicidad y la docencia a dirigir el Experience Lab, un servicio del grupo de empresas de Internet Netjuice que se encarga de definir qué contenidos necesita incluir una empresa en su página de Internet y cómo estructurarlo. Knapp cree que su labor consiste en hacer "urbanismo en un espacio web". Además de los conocimientos técnicos que ha adquirido con "muchas horas de navegación", lo que más le sirve es su formación publicitaria. Entre sus labores figura probar con sujetos experimentales cómo funciona la estrategia de navegación que su departamento ha diseñado.No existe libro ni carrera universitaria que recoja lo que debe saber un profesional de Internet. Por eso son las empresas las que entrenan a sus trabajadores. "Es parte de nuestro trabajo entrenar al personal, tenemos que aceptar que Internet requiere nuevas habilidades", señala Michael Couzens, responsable europeo de márketing de Cisco. Couzens prefiere verlo por el lado positivo y destaca la gran cantidad de empleo que se va a generar. El peligro es que estos puestos puedan quedar vacantes por la falta de demanda. Según la consultora International Data Corporation (IDC), España tendrá un déficit de 100.000 expertos en nuevas tecnologías en el año 2003. Pero el problema traspasa las fronteras nacionales. Europa necesita reclutar a más de 1,7 millones de expertos en este sector. Si antes no lo remedia, el Viejo Continente perderá 380.000 millones de euros (63,2 billones de pesetas) en tres años, según IDC.
De estas labores se van a beneficiar incluso quienes lo han tenido difícil hasta ahora: "Se está dando la oportunidad de trabajar a gente que estaba condenada a no hacerlo, como licenciados en Filología o en Periodismo, porque lo que importa es el contenido", señala Javier Cantera. Para él, cabe hablar de "la muerte de las profesiones". Este concepto hace referencia a que los conocimientos adquiridos en la universidad o en otros lugares de aprendizaje cada vez determinan menos la ocupación del futuro.Un buen ejemplo de esto es Roberto Enríquez, responsable de contenidos del portal de compra Kelkoo. De formación literaria, fue a parar a una empresa de Internet, aunque antes era de los que pensaban: "Internet va a acabar con los libros". Su principal aportación a este portal ha sido la de los ciberasores, unos personajes con nombre y rostro que guían a usuario en sus compras por la Red. Son seis vecinos virtuales con un rol definido que cada semana ofrecen una serie de productos ajustados a su perfil. "Queremos que se nos cuenten historias", reflexiona el ideólogo, Roberto Enríquez. Es decir, hacer de la realidad ficción.
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