"El teatro ha dejado atrás muchos complejos que le perseguían"
Por primera vez en su larga trayectoria artística le toca hacer de malo. Chema del Barco (Villacarrillo, Jaén, 1964) es Ulises en la tragedia Troyanas, la adaptación que Jorge Semprún ha hecho del clásico de Séneca y que el Centro Andaluz de Teatro (CAT) ha escenificado esta semana en la localidad jiennense de Cazorla entre el entusiasmo de un público entregado. Formado en el Instituto del Teatro de Sevilla, Del Barco trabaja en su tercer montaje con el CAT después de un largo peregrinar por grupos como Carátula, Guirigai o Producciones Imperdible y tras haber representado con éxito varios monólogos, entre ellos Por humor al teatro, que dirigió Juan Echanove en 1993. Su rostro lo hemos podido ver también en series televisivas como Turno de Oficio, Manos a la obra, Mediterráneo o Plaza Alta.Pregunta. ¿En qué consiste su papel de Ulises?
Respuesta. Ulises es un personaje trágico de Troya, donde el precedente de los campos nazis sirve de referencia. La historia podría ser perfectamente trasladable a los conflictos bélicos de nuestros días, como Bosnia o Kosovo, donde las grandes perdedoras de la guerra son las mujeres. En cualquier caso, trabajar al lado de artistas de la talla de María Galiana es para mí una experiencia maravillosa y con la que estoy aprendiendo mucho.
P. Desde su perspectiva, ¿cómo visualiza el actual momento del teatro andaluz?
R. Es un momento bueno. Hay espectáculos muy serios, de mucha solidez y con una proyección más allá de la regional. Quizá el teatro ha logrado dejar atrás muchos de los complejos que le perseguían.
P. En los pueblos pequeños el teatro parece abonado sólo a las épocas de feria.
R. Sí, es cierto y es triste. La mayoría de los ayuntamientos le dan la espalda y sólo hay raras excepciones, como es el caso de Cazorla, donde hay una programación teatral estable y de calidad a lo largo de casi todo el año. Yo creo que las administraciones deberían fomentar los circuitos en mayor medida para que el teatro llegue hasta todos los rincones, y no sólo en tiempo de ferias.
P. Y el Centro Andaluz de Teatro, ¿cumple con esa función de difusión?
R. El CAT cumple una buena misión como centro de arte dramático, pero bien es cierto que la dimensión de sus montajes impide que llegue a lugares más recónditos. Quizá deberían realizarse otro tipo de adaptaciones más modestas para conectar más el CAT.
P. ¿Qué le aporta el teatro en su vida interior?
R. El teatro es para mí una forma de comunicación y de expresión con la que me divierto porque tengo la suerte de estar haciendo algo que me gusta. Eso es, en mi opinión, algo esencial para cualquier actividad profesional.
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