Conchita Martínez mantiene la vieja jerarquía ante María Antonia Sánchez
El presente y el futuro inmediato del tenis femenino español sigue estando en manos de Arantxa Sánchez y Conchita Martínez. Las dos entraron en el circuito al final de la década de los ochenta, y ahí siguen sin que ninguna compatriota logre perturbarlas. Conchita, de 28 años, pese a sufrir una bronquitis, derrotó ayer en segunda ronda a la salmantina María Antonia Sánchez, de 22, por 6-3, 6-2 en 1.17 horas. Está claro que María Antonia (104ª mundial, tras un año de problemas en la espalda y molestias en los riñones) no es, hoy por hoy, el máximo exponente de la nueva generación. Lo fue en 1999 cuando consiguió alcanzar los octavos de final del Open de Australia, convirtiéndose en la española que más lejos llegó en aquel torneo. Ahora, en cambio, tanto Magüi Serna, cuartofinalista en Wimbledon, como Marta Marrero, cuartofinalista en Roland Garros, le han tomado el relevo. Sin embargo, ninguna de las tres, y tampoco Gala León (2 veces octavofinalista en Roland Garros), Virginia Ruano (cuartofinalista en 1995), Cristina Torrens y Àngels Montolio, parecen en disposición de emular a Arantxa y Conchita.
Mientras el palmarés de ellas dos presenta cuatro títulos del Grand Slam (3 de Arantxa y 1 de Conchita), ninguna de sus sucesoras ha superado unos cuartos de final en los cuatro torneos grandes. "¿El relevo?", se preguntó ayer Conchita. "Sigue como siempre. Tienen potencial, pero hay que seguir luchando día a día. Magüi y Marta Marrero son las más jóvenes y, por tanto, de las que más se espera. Pero siguen ahí Gala, Virginia, que vuelve a jugar bien, Cristina, y M. Antonia. Sin embargo, para estar arriba no basta con jugar bien un torneo, hay que jugar bien en todos los torneos y en todas las superficies", dijo.
Hasta ahora Arantxa y Conchita han perdido sólo tres veces contra la nueva generación española. Ayer Ruano volvió a demostrar estas debilidades y fue eliminada por la tailandesa Tamarine Tanasugarn por 3-6, 6-3 y 6-1.
