El secretario de UGT pide que la contratación irregular tenga castigo penal

El secretario general de la UGT en Cataluña, Josep Maria Álvarez, considera que los agricultores y los empresarios que contratan de forma ilegal a trabajadores inmigrantes deberían ser castigados "por la vía penal". Álvarez visitó ayer algunos municipios del Bajo Segre donde en los últimos días se han producido varias protestas de los temporeros que trabajan en la recolección de la fruta.En opinión del líder de UGT, hay que buscar una solución para evitar incidentes en esta zona y, en concreto, apuntó la necesidad de plantear "muy seriamente" la lucha contra la contratación ilegal. "La inspección de trabajo no tiene suficientes medios para obligar al cumplimiento de los convenios laborales y por eso todavía hay pocas denuncias", afirmó. Pero además opina que "las sanciones son muy pequeñas".

Álvarez añadió que sin "consecuencias penales" es muy difícil acabar con los incumplimientos de convenio y con el mundo de intermediarios que facilitan la contratación y sobreexplotación de los inmigrantes sin papeles. Apostó por esta vía para acabar con las mafias que trafican con personas. El líder de la UGT también fue muy crítico con las modificaciones que el gobierno del PP ha introducido en la ley de Estranjería "porque no solucionarán los problemas, sino que potenciarán la existencia de mafias que trafiquen con personas".

Durante su recorrido por el Bajo Segre, Josep Maria Álvarez también anunció que en octubre se celebrará una cumbre con todas las administraciones, sindicatos, patronal y los ayuntamientos de las zonas donde se concentra la contratación de temporeros para analizar la situación actual y mejorar sus condiciones de cara a próximas campañas agrícolas. El secretario general de la UGT planteó la necesidad de diseñar en esta reunión un plan de inversiones para solucionar los problemas de alojamiento.

Josep Maria Álvarez se reunió con los trabajadores de la cooperativa Espax de Soses, donde los temporeros inmigrantes mantuvieron una huelga de tres días para conseguir mejoras laborales, y posteriormente visitó los albergues para temporeros de Alcarràs.