La bicicleta que huye del asfalto
La bicicleta de montaña, o mountain bike, irrumpió en el mercado hace unos 15 años. El boom que se produjo con la bicicleta de montaña no ha tenido parangón en el resto de deportes de última generación. Durante un tiempo se vendieron este tipo de bicicletas a porrillo. Muchos cicloturistas vieron en las características de estas bicicletas una forma de huir de las carreteras, del riesgo que supone pedalear mientras decenas de automóviles circulan en derredor. Adentrarse en senderos y caminos pedregosos, realizar descensos vertiginosos... el mountain bike amplió el abanico de posibilidades para los amantes de la bicicleta.En España, el número de aficionados ha ido aumentado progresivamente. El mountain bike nace en Estados Unidos en los años setenta; allí se les ocurrió reforzar todos los elementos mecánicos de las bicicleta: ruedas más anchas con tacos de goma, platos y piñones de distintas relaciones con respecto a las bicicletas de carretera para superar mayores obstáculos, manillar diferente...
El mountain bike causó sensación; se convirtió en el deporte de aventura por excelencia. Su auge propició que se comenzaran a celebrar campeonatos de esta especialidad en todos los países. Como suele ocurrir, comenzaron a surgir diferentes especialidades -largos recorridos en alta montaña, descensos...-.
El mountain bike no está exento de riesgo pese a que se practique en zonas poco frecuentadas o nada por automóviles. Las caídas son más aparatosas, sobre todo cuando se desciende. El uso de casco es imprescindible. La bicicleta de montaña tuvo tanto éxito que incluso se utilizan para la ciudad. La venta de este tipo de bicicletas, sin embargo, ha sufrido un descenso en los últimos años una vez pasó la fiebre.
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