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VERANO 2000

Varios pueblos de Jaén rememoran las batallas de moros y cristianos

La tradición levantina está arraigada en localidades jiennenses

Dos siglos

La multitud de fiestas que durante el puente de agosto se celebran en la provincia de Jaén están marcadas por los coloridos trajes que llevan los moros y los cristianos. Las calles se llenan de navajas curvadas, de espadas, de velos en los rostros y de trajes de gala portados por vecinos que mantienen una antigua tradición frecuente en el Levante español y arraigada en Jaén.El bando cristiano se enfrenta con el sarraceno recordando antiguas batallas cargadas de leyendas de la reconquista en la provincia. Jaén, como tierra de frontera, vivió con intensidad ese momento histórico de enfrentamiento y ahora sus fiestas reviven el pasado.

En Campillo de Arenas ayer salió la imagen de la patrona acompañada de las escuadras cristianas y recorrió las calles del pueblo. Hoy tiene lugar la embajada entre los moros y los cristianos, un acto que se celebra con caballos. La historia termina con el final feliz de los vencedores cristianos, ya que consiguen convertir a esta fe al que había sido el bando enemigo. El día anterior los sarracenos habían conseguido llevarse la imagen de la Virgen, pero hoy es el día de la recuperación y de la exaltación.

Las fiesta de moros y cristianos en esta localidad ya se celebraba hace dos siglos. Desde entonces se conservan las coplas de la aurora que entonan los campanilleros, grupos que entonan cánticos marianos para convocar a los vecinos a escuchar el rosario. La Virgen de la Cabeza, patrona de la localidad, es la que se lleva la mayor parte de las oraciones del día.Otro punto de la geografía jienennse que también tiene fiestas de moros y cristianos es Cárcheles, donde celebran fiestas patronales durante el segundo fin de semana de agosto. El esquema se repite y el sábado es cuando se procesiona la imagen.

Hoy, de madrugada, comienzan su actividad los muñidores de Cárcheles, un grupo de vecinos de la localidad que canta coplas a la aurora. También en esta ocasión se gana la imagen de la patrona que procesionan los cristianos. Esta localidad fue una de las últimas fronteras del reino nazarita en el siglo XV.

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