El regreso de la bata de cola y el torso desnudo
Los botos de Escudero
Joaquín Cortés no fue el primero que se quitó la camisa para bailar, pero sí el que ha creado escuela con tal atrevimiento. Tampoco ha sido el pionero en ponerse una bata de cola femenina, pero sí otra vez el que traza la huella sutil por la que pisarán en el futuro muchos seguidores. Al principio, algunos dijeron que se trataba de exhibicionismo, de falta de recursos verdaderos y de esnobismo rockero. Nada de todo eso. Erre que erre. La bata de cola y el torso desnudo, además de un baile casi perfecto de alta calidad valedor de las tradiciones del género, han hecho del muchacho cordobés una figura que le ha dado la vuelta a la tortilla del arte del baile teatral español, algo que no sucedía desde los tres antonios: Antonio Ruiz Soler, José Antonio y Antonio Gades.Uno de los ingredientes de este espectáculo que, entre otras novedades, homenajea a los ritmos cubanos tradicionales como el guaguancó, es que Cortés empieza la obra con una larga bata de cola negra bordada con misteriosas rosas del mismo color, uno de los pocos detalles del vestuario que no ha salido de las manos mismas del modista italiano Giorgio Armani: "El secreto de la bata de cola es su corte, y ésta la hizo, a petición mía, Lina
, de Sevilla; Giorgio me hizo una, que era preciosa, pero lo de las batas de cola, naturalmente, no es lo suyo. ¡Figúrate, si además de hacer todo lo bien que hace la ropa supiera hacer batas de cola flamencas!"
Vicente Escudero se vestía de blanco nuclear para bailar en los años cuarenta y así dejó un breve documental que es actualmente una joya didáctica y su testamento estético. Durante mucho tiempo, eso de llevar botos blancos entre los flamencos se estimó como una soberana horterada, hasta que llegó Joaquín Cortés y los ha puesto de moda otra vez.Eso sí, aderezados por un traje de corte milanés impecable hecho por Giorgio Armani, con mimo y exclusividad, en su taller de Borgonuovo. El tándem Giorgio Armani-Joaquín Cortés ha funcionado hasta ahora sobre ruedas. Esta es su segunda colaboración y la tercera está en camino. Juntos han dado fiestas en Londres y en Nueva York, en las que hay arañazos para conseguir una invitación. Giorgio Armani dice que la energía de Joaquín Cortés le motiva y, por su parte, el bailarín señala que no podían ir mejor vestidos que por el astro de la costura italiana.
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