"Soy muy dulce, pero cabezota"

MEME DEL RÍO, Lleva en el alma el flamenco, arte en el que se inició como bailaora con tan sólo ocho años en la escuela de su madre, en San Fernando (Cádiz). Ahora, con 29 años, triunfa allí donde va, lo que además del reconocimiento del público avala la larga lista de premios que ha obtenido de diferentes instituciones. Dice que la fama y la suerte no la ha cambiado. Hace tres años fundó su compañía, que ahora presenta su espectáculo Sueños.

Pregunta. ¿Esconde ese rostro inocente una mujer fatal?

Respuesta. (Ríe). Siempre me han dicho desde niña que soy muy dulce, pero después, soy muy cabezota.

P. Se dice que su baile es de academia.

R. Pretendo que sea arte pero, por supuesto, sí te digo que hoy en día hay que trabajar. Antes, me acuerdo que había artistas que presumían de que no les hubiera enseñado nadie. Yo en eso no creo. En el baile, creo en el sacrificio; después, Dios te regala algo especial.

P. ¿Es difícil entrar en el mundo del flamenco siendo paya?

R. Dicen que sí. En mi caso no lo ha sido. Desde muy pequeñita estuve trabajando en la compañía de Manuel Morao, donde la única paya que había era yo, más paya que un olivo. El flamenco tiene una forma de vivir y de sentir y no hace falta ser paya ni gitana.

P. ¿Misión imposible actuar junto a Tom Cruise?

R. Sí. Ha sido una misión imposible, ya lo decía yo. De todas formas me ha gustado la experiencia de haber estado con todos ellos y de ver cómo se hace una película. Dentro de lo poquito que he podido hacer, le he sacado una cosa bonita.

P. ¿Canales o Joaquín Cortes?

R. Canales (ríe). Pero los dos están ahí. Me gusta más Antonio porque baila flamenco flamenco, con fusión y miles de cosas, pero en el corazón es flamenco.

P. ¿Abre las puertas ser guapa en el mundo de la danza?

R. No creo que en el mundo de la danza haya que tener una cara maravillosa, aunque reconozco que ayuda tener un cuerpo que cualquier postura que hagas se ve más bonito.