'Al filo de lo imposible' reconstruye las expediciones del duque de los Abruzos

Tamayo vuelve a la cima

El duque de los Abruzos (Madrid,1873-Somalia,1933), hijo de Amadeo I de Saboya, fue uno de los aventureros italianos más inquietos y osados de este siglo. Marino, explorador y alpinista, su espíritu viajero le llevó a África, Alaska y el polo norte. El programa de Televisión Española Al filo de lo imposible dedica a este pintoresco personaje una miniserie documental que reproduce, con ambientación de época, sus hazañas. Luis de Saboya, duque de los Abruzos, fue durante años el escalador que más cerca había estado de la cima del Karakorum. Su afición al alpinismo le llevó a coronar el macizo de Ruvenzori (África ecuatorial) y alcanzó la cumbre de San Elías (Alaska), de 5.489 metros. Dio la vuelta al mundo y comandó una expedición al polo norte.

Sebastián Álvaro y Javier Ortega narran en el libro Tierra de aventura la historia del aristócrata alpinista. Ahora se proponen llevarla a la pantalla. El primer capítulo de esta producción, dirigida por Álvaro, se desarrolla en el Chogolisa, un pico de 7.654 metros, que se eleva en la cordillera del Karakorum. La expedición dirigida por el duque de los Abruzos en 1900 dio nombre a una de las rutas que todavía hoy se siguen para ascender por la imponente montaña del K-2. Negrotto, el topógrafo del grupo, prestó su apellido a un collado y una enorme masa de hielo se conoce como el glaciar Duque de los Abruzos.

Para asumir este reto, Al filo de lo imposible ha llevado a cabo una reconstrucción fiel de las vestimentas de los alpinistas y los instrumentos utilizados en la histórica escalada. La expedición de Luis de Saboya al Karakorum estuvo integrada por 360 porteadores, que arrastraron casi 7.000 kilogramos de víveres y equipo.

Acompañado de mucho menos gente, pero ataviado según las normas de principios de siglo, el alpinista vizcaíno José Carlos Tamayo ha seguido los pasos del duque hasta coronar el Chogolisa. Una cima que ya pisó Tamayo en 1986. Iba acompañado por el madrileño Félix de Pablos. En esta aventura televisiva han participado también Chus Martín e Iñaki San Vicente; las imágenes han sido grabadas por Antonio Pérez Grueso, Ferrán Latorre y Daniel Salas, y la producción ha corrido a cargo de Ángel Leñador.