Bruguera, seis años después
El catalán, sin triunfos desde Praga, en 1994, se impone por lesión de Siemmerink
No fue una gran victoria ni en un torneo de relumbrón. Pero, después de ser finalista en San Marino, la victoria ayer de Sergi Bruguera en el torneo de El Espinar significa para el jugador catalán un triunfo moral muy por encima de lo deportivo. Es una salida del ostracismo en el que ha estado seis largos años. "He vuelto a ver la luz en el tenis tras mucho tiempo atravesando un túnel", dijo ayer tras imponerse por 5-7, 6-3, 1-0 y abandono por lesión en una pierna del holandés Jan Siemmerink. Lo más difícil en estos años ha sido encontrar el punto de mi recuperación, porque la lesión en el hombro derecho fue mucho más importante de lo que yo esperaba", añadió.Bruguera ganó su último torneo en Praga, en 1994. Tras estar en los primeros puestos de la lista mundial, todo un vencedor de Roland Garros, que prometía ser la figura más sólida del tenis español, cayó en picado. Sergi, dentro de la cambiante armada hispana, con jugadores que tantas veces han estado en la cresta de la ola y han desaparecido rápidamente (Berasategui, Arrese...), parecía el más destinado a permanecer en la élite. Pero a sus problemas de hombro se sumaron otros de concentración y de mentalidad, y su caída fue espectacular. Ya no fue que debía reeditar en pistas rápidas su potencial de tierra, es que se perdió en todo. Ni para apoyar en Copa Davis.
Desde enero se entrena con Marcos Górriz, y es su mejor temporada. Curiosamente, la pista de El Espinar es rápida, lo que da más valor a su triunfo de ayer pese a que no había estrellas. Resistió el clásico juego de Siemmerink de saque y volea, y perdió el primer set por fallos propios que quizá no hubiera cometido en una superficie lenta. Después se vio favorecido por la merma de facultades de Siemmerink, que tampoco es una figura para endiosar a Bruguera de repente. El holandés, que llegó a ser número 14º mundial, es uno más de los muchos jugadores que se ganan el pan a destajo como trotamundos por las pistas del planeta. Pero, desde luego, tiene más oficio que Sergi en pistas rápidas.
Despejada la primera incógnita queda saber ahora si seguirá la recuperación del gran tenista que fue. De momento continuará con torneos de segundo nivel. Dentro de una semana en Silke (Alemania). "Ganar un torneo tan complicado como éste de El Espinar seguro que me da fuerzas para seguir por este camino", también comentó Bruguera. "He demostrado que llegar a la final de San Marino no fue casualidad, sino la constatación de que ya estoy recuperado".
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