_
_
_
_
Tribuna:LA EXTRAÑA PAREJA.
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Rajaba Rajoy

Un país que, durante tres décadas, ha permitido a Georgie Dann vivir aquí y cantar, no tiene autoridad moral ni penal para expulsar a los trabajadores extranjeros que vienen a buscarse la vida

Rajaba Rajoy acerca del nuevo proyecto de ley de Extranjería, y me trazaba yo cruces de lo que nos obligan a hacer los extranjeros, no sólo los inmigrantes, sino los del mundo entero en general, que como disponen de leyes, al parecer, mucho peores que la que nosotros hemos tenido durante cinco minutos o así, nos obligan a enmendalla, a empeoralla y a jodella, para no hacerles quedar mal como socios que son del orbe orbital al que pertenecemos. Reprimamos nuestra tendencia ancestral a la generosidad, por otra parte tan cristiana y vieja, tan española.Y ya puesta a discurrir sobre lo distintos que somos, di en reparar en cómo nos distanciamos de los anglosajones, y cuánto mejor nos va a nosotros. Sin ir más lejos, a Kim Novak le arrasó la casa un pavoroso incendio mientras escribía sus memorias y, viendo la actriz en las llamas una señal, paró en seco para siempre, con lo cual a buen seguro habrá tenido que devolver el sustancioso adelanto a la editorial. Más héte aquí que, a muchas millas del lugar extranjero y casi al mismo tiempo, otro pavoroso azote incendiario casi alcanzó las pistas do padelea el presidente, en Les Platjetes, y él no sólo no vio en ello señal, sino que siguió tan campante, cualquiera que fuera la cosa que estuviera perpetrando en aquel momento. La Providencia, que es él, se le autoapareció en forma de Diputación de Castellón, y premió su animoso espíritu con una subvención para el campeonato de padeleo que tiene lugar cada año en las pistas no arrasadas, por pavoroso milagro.

Recio carácter, el español, y más aún el de su católica clase media, lo que me recuerda el orden inverso en que se han desarrollado las venganzas de Botella contra dos hombres que abandonaron a sus santas por otras mozas. Caso a), Álvarez Cascos matrimonió con Gema y A. B. hizo ver que bendecía, asistió al bodorrio civil vestida como si fuera religioso, y hoy el señor Cascos juega al mecano todos los viernes en un rincón de la sala donde se reúne el Consejo de Ministros. Caso b), Juan Villalonga decidió unirse a Adriana Abascal, pasó lo que pasó, y A. B. se dio el gustazo de ir al funeral de la madre de Villalonga vestida con un ajustado y escotado traje sin mangas que era como de ir a por canapés al Ritz, y de dirigirle, además, reclinatorio de por medio, la sonrisa estándar que Lady Macbeth inauguró para despedir a los huéspedes. La foto, publicada por Semana en su edición del último jueves, acredita que Villalonga también sonrió. Pura histeria.

Volviendo a Rajoy, en su parlamento, vino a echar las culpas (de todo, en general) a la demagogia de los demagogos por haberse opuesto al proyecto de ley del PP antes de las elecciones a causa de "unos votos". Lo cual es tremenda falacia de las que pueden practicarse sin hincar la rodilla en tierra, porque lo que de verdad da votos, y ahí está el Gobierno para confirmarlo, es prometer expulsión y tentetieso. Otra falacia sería que para que los inmigrantes legales vivan bien hay que perseguir a los que no pueden serlo. Mas ojo al parche. Al contrario que el inquietante delegado gubernamental de la cosa, Enrique Fernández-Miranda, que amenazó con echarlos a puñaos, Rajoy rajó que se les irá largando conforme se les encuentre, en un implícito mensaje tranquilizante a los empresarios que se enriquecen explotándoles porque no se les ha legalizado previamente. Dilema, en el caso de que hubieran o hubiesen comisiones o propinas a regalar por el favor, ¿habría que mandarlas a la vicepresidencia primera o a Interior? Si por mí fuera, eligiría Interior. No pueden imaginarse cómo me hubiera gustado que Mayor Oreja hubiese declarado realmente a Le Monde mondiel que ya está bien de buenos sentimientos. Porque servidora también está hasta las narices de tener que mostrar tanta educación con los votados y sus votantes.

A unos y otros no tengo más remedio que decirles que un país, es decir, éste, que le ha permitido a Georgie Dann vivir en su territorio durante tres interminables décadas con sus correspondientes veranos y canciones, un país así, señores, carece de autoridad moral y penal no ya para expulsar, sino para decidir quién es legal o quién no puede serlo de entre los trabajadores que vienen a buscarse la vida y que ni cantan ni tararean siquiera, ni motivos tienen.Álvarez Cascos

Ahora juega al mecano todos los viernes en un rincón

de la sala donde se reúne el Consejo de Ministros

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_