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VIAJAR

DOS PASSOS EN ALGECIRAS

Un autobús avanza hacia Algeciras. O, al menos, hay momentos en los que lo parece. El viaje transcurre en un segundo. Es decir, en un segundo intento y en un segundo autobús.

- Operación big-meo. El autobús hacia Algeciras avanza, como su nombre indica, hacia Algeciras. Se detiene a las tantas en una gasolinera. Está cerrada. Un señor se va pitando hacia los servicios. Cuando está a punto de conseguirlo, suena la alarma de la gasolinera. El conductor se cruza y nos hace subir al autobús antes de que vengan los rangers. Nos vamos pitando. Conato de motín entre las señoras y señoritas, que amenazan con hacerse pipí encima -los caballeros no abrimos la boca; un caballero, de cintura para abajo, sólo da mensajes positivos-. El chófer zanja la discusión al grito de "aquí se viene llorado y meado". Yo opto por la tercera vía. Venir dormido. Me duermo. Zzzzzzz. Sueño con un río, una cascada y unas señoritas bajo una lluvia suave que me dicen: "Bienvenido al Walhalla, Martínez. Puedes mear todo lo que quieras. Aquí es legal". Afortunadamente para mi compañero de asiento, en ese momento el bus se detiene. - Granada explicada a los niños. Estoy completamente dormido, de manera que de los tres intentos que hago para salir del bus sólo me funciona el tercero. Y parcialmente. Salgo a una realidad que -me informa una señora- se llama Granada. Granada, descripción: a) es un bar de carretera; b) en el bar no se cabe; c) Granada tiene unos lavabos muy concurridos, a los que la gente acude desde muy lejos; d) la población granadina está compuesta por dos señores colapsados que no dan abasto a la hora de hacer cafés; e) un producto típico granadino son los huevos de avestruz, que se exponen y venden en el bar; f) un huevo de avestruz vale a 2.000 la unidad, y g) lo que invita a suponer que el hombre más rico del mundo es un avestruz.

- No pidas a quien pidió. Al bar no dejan de llegar coches de toda Europa con cinco inmigrantes en su interior y una casa sobre su techo. Aparcan al lado de coches con matrícula de Barcelona, en los que viajan hijos de emigrantes andaluces. Van al pueblo de sus padres. A comer morcilla. O huevos de avestruz. Cuando se comparan ambos tipos de coches, igual se ve lo que es la emigración con 30 años de diferencia. En 30 años los inmigrantes viajarán en coches rojos. Las señoras irán de rubio platino. El equipaje descomunal será sustituido por la curiosidad de conocer las morcillas de tus abuelos.

- Algeciras en plan Martínez. Llegamos a Algeciras. A las 11.00. 19 horas de viaje. En ese tiempo podríamos haber ido a Estados Unidos en Concorde varias veces. O estrellarnos varias veces. Quizá, en esas horas, lo que hemos hecho ha sido estrellarnos y viajar muchas veces. Mis compañeros de autobús se van a practicar el embarquing, disciplina deportiva que consiste en hacer cola para comprar un billete de ferry, hacer cola para el ferry, y hacer cola en el lavabo del ferry, todo ello con chorrocientasmil maletas que transportan una casa. Yo me voy a ver Algeciras. Hay algecireños que llevan zapatos muy buenos y algecireños que llevan zapatos muy cutres. Hace un calor terrible. La sensación es que podrías freírte un huevo en la frente. Hago la prueba. Sí. Puedes freírte un huevo en la frente. En las calles de Algeciras hay muchas personas que pesan 30 kilos menos de lo que toca. Se te acercan y te piden un duro. También hay muchas parejas anglosajonas y alemanas que vienen de Marruecos y se pasan un día en Algeciras. La impresión es que les quedan dos telediarios. Van por Algeciras rebotadas, en plan matrimonio Bowles tras su experiencia en el desierto.

- Algeciras en plan Dos Passos. Y ahora -ya les dije que esto era una superproducción- ahí va una descripción colectiva de Algeciras. En plan Dos Passos. Alehop. "Me gano, con mucha fatiga, 10.000 al día con contrabando de Winston". "Cuando estás en una terraza se te acerca mucha gente para pedirte un duro. Esto no pasa en La Línea. La policía les coge y no sé lo que hace, pero eso no pasa en La Línea". "En la guerra mi abuelo salió escondido en un carro de estiércol. Respiraba por una caña. La Guardia Civil clavó un tridente en el estiércol. Pero no lo pillaron. Si no les dan el soplo, no te pillan. Pasa lo mismo con el tabaco". "Hay un mafioso que está loco. Gana lo que quiere, pero él mismo en persona va en las pateras. Le va el rollo. Como a Robert de Niro en Uno de los nuestros". "Crucé la calle. En mitad de la calzada mis ojos se cruzaron con los ojos de la mujer más bella del mundo. Iba en un coche grande y oscuro. No reparó en mí. Pero yo no pude dejar de mirarla. Oí un claxon. Un coche que no había visto me atropelló y morí". Esto último es de Dos Passos, pero podría haberlo firmado yo. Gibraltar está aquí al lado. Me voy a Gibraltar. ¿Qué gusto tendrá el mono a la brasa? Mañana quedamos a la misma hora y en el mismo sitio y se lo explico.

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