Libres cuatro presuntos asesinos por la demora en la instrucción del caso

Un problema de competencia entre dos juzgados ha puesto en la calle a cuatro personas acusadas de un asesinato. La Audiencia de Lleida decretó su libertad al considerar que la instrucción de la causa se ha retrasado "más tiempo del razonable" y que los detenidos no tienen por qué verse perjudicados por ello pese a considerar que hay indicios de criminalidad en sus actuaciones.El supuesto crimen se habría cometido en febrero de 1998. Un agricultor leridano, Josep Caubet, de 60 años y viudo, desapareció sin dejar rastro. Las investigaciones le vincularon con una prostituta de Barcelona de la que se habría enamorado.

Según la policía, esta mujer, María Pilar P. C., harta de las presiones de Caubet para que abandonase su oficio, habría contratado a tres sicarios, quienes, por dos millones de pesetas, le habrían asesinado. Pero el cadáver de Caubet no se ha encontrado, aunque sí se hallaron restos de sangre en su casa de Lleida y en el coche de uno de los acusados.

P. C. y los tres presuntos autores materiales del crimen estaban en prisión desde el momento de sus detenciones. Pero la instrucción de la causa se demoró porque dos juzgados, uno de Lleida y otro de Cerdanyola del Vallés (Barcelona), no se ponían de acuerdo sobre cuál debía hacerse cargo del asunto. Según las investigaciones, el crimen se habría cometido en Lleida, pero el vehículo con las manchas de sangre estaba en Cerdanyola. La Audiencia de Lleida fue la que decidió que el caso debía ser juzgado donde se hubiera producido.

El retraso supuso que hace unos meses se cumpliesen dos años desde el arresto de los presuntos criminales, el tiempo máximo que marca la ley. Por ello sus abogados solicitaron su excarcelación, aceptada por la Audiencia leridana.