Ricondo readmite en la selección de balonmano al segundo entrenador

Problema resuelto, por ahora. Juan Hernández, segundo entrenador de la selección de balonmano, volverá a la concentración del equipo. Su destitución fue revocada ayer por el presidente de la Federación, Jesús López Ricondo, tras reunirse por segunda vez en Puente Viesgo (Cantabria) con los jugadores. Éstos habían presionado, bajo el argumento de que la valía profesional de Hernández no debe mezclarse con su reciente oposición electoral a Ricondo."He cedido porque no podía permitir que ningún factor extradeportivo influyese en la preparación de la selección". Todas las personas consultadas por este diario subrayaron "la actitud dialogante y sosegada" del presidente durante la semana del conflicto. López Ricondo habló el lunes y el martes con el secretario de Estado para el Deporte, Juan Antonio Gómez Angulo, quien visitó el martes a los jugadores en Puente Viesgo para recalcar que la Federación tenía autoridad plena para solucionar el conflicto y que el objetivo fundamental era buscar la mejor salida para no interferir en el rendimiento deportivo del equipo.El segundo técnico, quien además preside la Asociación de Entrenadores, desempeñó un papel muy activo a favor de Jesús Fernández, el candidato al que López Ricondo derrotó por sólo seis votos el 22 de julio, mientras estaba concentrado con la selección en Vielha (Lleida), lo que fue interpretado por el presidente reelegido como "una manifiesta y grave deslealtad". Los jugadores formaron una piña contra su fulminante destitución. Su capitán, Iñaki Urdangarín, pidió explicaciones y resumió así el sentir general: "Hernández desempeña un papel importante en la selección desde hace cinco años. Estamos muy preocupados por su destitución; puede dañar al grupo, porque se mezclan cuestiones electorales y profesionales". A partir de ese momento, el seleccionador, Juan de Dios Román, y el gerente de la Liga Asobal, Miquel Roca (quien ayer acompañaba a López Ricondo en Puente Viesgo), actuaron como mediadores. Su argumento principal para convencer a López Ricondo fue que lograr un puesto en el podio de Sydney debe ser el objetivo prioritario.

Hernández se mostró ayer conciliador. "Si se recupera la armonía del equipo, yo me doy por satisfecho. Vuelvo a la selección con la mayor humildad para unirme a esa ilusión por el oro, que es mayor que nunca. Ahora bien, Suecia y Rusia han sido mejores que nosotros hasta ahora. Sólo si rendimos al 100% podremos superarles".