Izar velas en el interior

La Costa Brava le sirvió como mar de ensayo y el pantano del Tranco (Jaén) es donde enseña a los que quieren iniciarse en la vela, el windsurf o el piragüismo. Ramón Alba Córdoba es profesor de un centro de formación profesional en invierno y monitor de deportes al aire libre en verano en la empresa Nautitur, de su propiedad.Los 23 kilómetros de largo que tiene el pantano del Tranco cuando está lleno son más que suficientes para enseñar los secretos de deportes acuáticos, que cuentan con el aliciente de ráfagas de aire suficientes para poder imaginar de cerca la playa y empujar las embarcaciones. "No se sienten las emociones del windsurf en el mar, pero el pantano es más que suficiente para empezar con este deporte", asegura Ramón Alba.

La mayoría de los clientes a los que comienza a desvelar los secretos acuáticos son inexpertos en la materia. "Habitualmente la gente que quiere dar los cursos no sabe nada de canoas o de vela. Sólo excepcionalmente vienen personas que lo han probado antes y saben manejarse bien" asegura. El turismo que llega hasta el parque natural de Cazorla, Segura y Las Villas es el cliente potencial de este profesor de asignaturas tan distantes del agua como informática, contabilidad y práctica administrativa. "La gente que vive por aquí es poco dada a participar en los cursos, quizá porque tiene el pantano demasiado cerca". Si los jienenses aprovechan poco El Tranco, los que sí lo disfrutan son los turistas de Murcia, Alicante y Madrid, los que en mayor medida se han acercado este verano hasta los deportes que enseña este monitor.

Ramón Alba ya lleva tres años instruyendo a otros sobre lo que él aprendió en Lloret de Mar, donde suele ir de vacaciones y el lugar en el que hizo el primer curso de vela. Se enganchó hasta tal punto que se compró un velero de segunda mano y se aficionó. "Con las piraguas he aprendido yo solo con la primera que me compré", recuerda.

La estrella del verano es el curso del windsurf. Tiene pocos adeptos en este paraje de interior, pero los que lo prueban, sobre todo jóvenes, terminan encantados. En el resto de actividades los participantes se apuntan con cualquier edad y condición, porque el único requisito previo que se requiere es saber nadar.