España acudirá a los Juegos de Sydney con la mejor representación de su historia

España acudirá a los Juegos Olímpicos de Sydney (16 de septiembre-1 de octubre) con la mejor representación de su historia. No será tan numerosa como en Barcelona 92, donde estuvieron 406 deportistas gracias a las clasificaciones directas por ser el país anfitrión, pero sí la de mayor nivel. Sólo en seis deportes no habrá presencia española, y en la cifra total de 335 deportistas (29 más que en Atlanta 1996), aún variable en el mes y medio que falta, los hombres doblan largamente a las mujeres, que sólo participarán en un deporte colectivo, el hockey sobre hierba.

España llevó 306 atletas a Atlanta 96, una cifra ya respetable, pero justificada por el éxito de la edición anterior. Barcelona 92 abrió una nueva etapa en el deporte español, que se incorporó al gran nivel en un gran número de modalidades. La inercia de las 22 medallas de oro, casi el número de toda su historia anterior (26), se mantuvo cuatro años después, con 17, y el Comité Olímpico Español (COE), el Consejo Superior de Deportes y las distintas federaciones se darían por satisfechos con que se repitieran estas cifras. El aumento de participantes, ligeramente inferior al 10%, reafirma las aspiraciones españolas, pues las plazas han sido conseguidas por méritos directos en las grandes competiciones de los distintos deportes, o por calidad de puestos en las listas mundiales. Ello significa que en un buen número de modalidades existen, en relación directa al nivel, posibilidades de éxito. Como referencia, Italia tendrá 361 atletas (244 hombres y 117 mujeres), 14 más que en Atlanta. - Los pesos fuertes individuales. La mayor representación española en Sydney volverá a ser en atletismo, el deporte más importante. Las cifras de atletas preinscritos por el COE, 68 (46 hombres y 22 mujeres) serán las más variables, pues se trata más de números que de nombres. Algunos no están en ella y ya han conseguido las marcas mínimas de participación (más duras incluso las de la Federaciuón Española, que las de la Internacional), y otros no las han logrado aún, pero tienen tiempo y competiciones (reuniones y campeonatos de España) aún hasta primeros de septiembre para hacerlo. Incluso puede haber cambios en la única lista de atletas fijos establecida por la federación, con los mejores de los Mundiales de Sevilla (22 hombres y 11 mujeres). El caso de Redolat, aspirante aún para el 1.500 ante Estévez, Cacho y Díaz, es elocuente.

En natación sucede algo parecido, aunque a pequeña escala y con menos posibilidades de cambios: 23 nadadores (12 hombres y 11 mujeres). A los líderes Nina Jivanevskáia, María Peláez y Frederik Hviid se han unido como valores sólidos David Ortega y Mireia García, nuevos medallistas en los recientes Europeos.

- Mundiales, Europeos y Preolímpicos. La mayoría de clasificaciones para Sydney provienen de puestos destacados en Mundiales y Europeos (de 1998 y 1999), o de torneos Preolímpicos (hasta este mismo año). Y en la mayoría de casos individuales, al revés del atletismo o la natación, los pasaportes conseguidos (tras cómputos globales) fueron para el país, aunque al final casi coincidan con los mejores nombres. España sólo faltará en un deporte colectivo masculino, el béisbol (junto a otros individuales por falta de nivel: pentatlón moderno, badminton, lucha y tenis de mesa). Tampoco estará en el sóftbol, el béisbol femenino, pues en mujeres sólo jugará en hockey hierba. Es la gran asignatura pendiente. Los hombres sí han batido el récord de participación (descontando Barcelona) al incorporarse el voleibol, que no estuvo en Atlanta, tras el Preolímpico de Atenas.

También volverá el baloncesto, por su medalla de plata en el Europeo. Y en Sydney estarán otra vez al máximo nivel el waterpolo (campeón, pero que debió ser cuarto en la última Copa del Mundo clasificatoria), el hockey (plata, pero con billete en su preolímpico) y el balonmano (bronce, pero por ser cuarto en el Mundial). El fútbol, mal en Atlanta, logró su pasaporte con el tercer puesto en el Europeo sub 21.

Otro ejemplo de la mejoría del nivel español es la clasificación, con las máximas aspiraciones, en dos deportes debutantes en Sydney: la bicicleta de montaña (con la campeona mundial Margarita Fullana) y el taekwondo, el arte marcial coreano, en el que España, tras los Preolímpicos, tendrá representación en las cuatro pesos, pues es desde hace años una potencia mundial.

También en gimnasia habrá equipos completos masculinos y femeninos (por méritos en los Mundiales), pero la gran baza volverá a ser individual: Carballo en la barra fija. En rítmica, en cambio, seguirá siendo de mayor entidad el conjunto, con Lorena Guréndez como única superviviente de las últimas campeonas de Atlanta. Vela y yudo, fuentes ya seguras de brillo y medallas, han aumentado también su presencia con las plazas mundiales y algunos yudokas más casi aseguran presencia en todos los pesos con los duros torneos de repesca. En boxeo, sólo habrá un púgil, Rafael Lozano, pero que ya fue bronce en Atlanta.

Habrá deportes, sin embargo, en que se han ganado plazas, pero mínimas y existen menores posibilidades de medalla. Tendrán más el dúo de natación sincronizada y los saltadores (recientes bronces Europeos), o el piragüismo (en línea, no en aguas bravas, siempre al borde de los podios), o el tiro (Pilar Fernández, también en la antesala). Mucho menos la esgrima y la halterofilia (fallaron en los Mundiales y no valieron los éxitos en los Europeos), la hípica (con equipos completos, pero ante un gran nivel mundial), en remo (con sólo dos barcos metidos en la última repesca) o el tiro con arco (18ª en el Mundial una tiradora y repescado otro).

- Listas mundiales. Otra forma de clasificación para Sydney ha sido según la clasificación mundial del deporte. Y en dos se aspira a medallas. En tenis, con Conchita, Arantxa, Corretja y Ferrero, y en ciclismo en línea (también en pista), con Óscar Freire, si se recupera de sus molestias, y Joane Somarriba, líderes para ruta y Abraham Olano, para la contrarreloj. Casi nada en triatlón y voley playa.