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El alcalde reta a Ruiz-Gallardón y se niega a retirar el plan que liberaliza suelo para hoteles

Antonio Jiménez Barca

Ni la Comunidad ni el Ayuntamiento, ambos del PP, están dispuestos a ceder poder urbanístico. El alcalde, José María Álvarez del Manzano, aseguró ayer que no piensa retirar el plan que liberaliza suelo para construir hoteles en la capital, a pesar de que los dirigentes de la Comunidad consideran que no tiene derecho. El vicepresidente regional, Luis Eduardo Cortés, aseguró que si el Ayuntamiento aprueba hoy el plan, "la Comunidad estará obligada a impugnarlo" ante la justicia. Álvarez del Manzano señaló: "A veces es normal que estas cuestiones acaben en los tribunales".

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"No hay mala relación"

Continúa el enfrentamiento entre la Comunidad y el Ayuntamiento para dilucidar quién tiene el poder urbanístico que regule la recalificación de suelo para hacer hoteles. A pesar de la oposición del Gobierno regional, el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, está dispuesto a llevar al pleno de hoy, y aprobar con el voto de sus concejales, el plan especial que permitirá recalificar terrenos para que se levanten hoteles en suelos que hasta ahora están dedicados a uso residencial y terciario (oficinas). En un principio, el plan preveía recalificar también suelos industriales, pero el Ayuntamiento aceptó ayer retirar este aspecto a petición de la Comunidad. "La capital necesita hoteles, porque cada vez vienen más turistas, y el plan especial que llevamos al pleno es legítimo", dijo el alcalde. Éste presentó ayer su resultado de un año de gestión, diciendo que el PP no sólo va a cumplir el programa electoral, sino que lo va a rebasar.

Críticas de los hoteleros

Por su parte, el concejal de Urbanismo, Ignacio del Río, señaló después que este plan especial "no pasa de ser un intento para desburocratizar los trámites necesarios para que si alguien quiere edificar un hotel no encuentre muchas trabas y no necesite esperar durante años a tener el permiso para hacerlo".

No piensa así el vicepresidente de la Comunidad, Luis Eduardo Cortés, que ve en el plan especial algo más que el edil de Urbanismo. Cortés asegura que la disposición que se votará hoy en el pleno "modifica al menos 10 artículos de las normas urbanísticas de Madrid y requiere, para su aprobación, la modificación del Plan General de Ordenación Urbana". Para Cortés, por tanto, es la Comunidad, institución que tiene la última palabra sobre el plan general, y no el Ayuntamiento, la que tiene competencias para aprobar una norma de tal envergadura. Cortés añadió: "Podía haberse evitado esta guerra si el Ayuntamiento hubiera accedido a retrasar la aprobación de este plan especial. Ahora estamos obligados a impugnarlo ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid".

Esto último no preocupa al alcalde: "Hay muchas administraciones que recurren decisiones de otras. En muchas ocasiones, el Estado ha recurrido disposiciones de distintas comunidades autónomas. Es algo normal entre administraciones". El regidor insistió en que estas discrepancias no significan "que exista una mala relación entre la Comunidad y el Ayuntamiento". "La relación entre Ruiz-Gallardón y yo es buena. Estamos de acuerdo en un 99% de las cosas", afirmó. Si el Ayuntamiento aprueba hoy el acuerdo y la Comunidad lo recurre, la disposición podría quedar paralizada. "El juez, mientras estudia la cuestión y dilucida quién tiene razón, puede dejar años en suspenso el plan aprobado en el pleno", reconoció ayer el concejal de Urbanismo. Cortés entiende que existe esa posibilidad de que los jueces lo paralicen, aunque no lo sabe con certeza.

A lo largo del día de ayer, el vicepresidente regional intentó llegar a un acuerdo con el alcalde para que retirara el polémico punto del pleno. Ante las discrepancias existentes entre los juristas y los técnicos de urbanismo de la Comunidad y el Ayuntamiento, Cortés propuso formar un equipo mixto de ambas instituciones que examinara el plan especial para decidir a quién correspondía aprobarlo. Pero el regidor no accedió.

La capital cuenta con 40.000 plazas hoteleras, una cifra que aumentará en un 20% a final de año. Este número es insuficiente, además de para el alcalde, para el concejal de Urbanismo. Del Río asegura que Madrid debe contar en los próximos años con habitaciones suficientes como para alojar a las "120 millones de personas que visitarán Madrid en los próximos años, debido a la ampliación de Barajas, la mejora de los museos y para defender la candidatura de Madrid para los Juegos Olímpicos".

En el fondo de la cuestión gravita un problema: las plazas hoteleras que faltan, ¿se deben instalar en Madrid o en las localidades de la periferia? El consejero de Economía, Luis Blázquez, reconoció hace días que la región es deficitaria en camas hoteleras, pero no cree que la solución sea instalarlas en la capital, sino en las localidades periféricas. Blázquez calcula que la región necesita 20.000 plazas, que deberían instalarse en diversos municipios. "En Alcalá de Henares, por ejemplo, los turistas no tienen dónde dormir", señaló. El concejal de Urbanismo de Madrid no está de acuerdo: "Que se liberalice el suelo y que el mercado decida dónde se deben poner los hoteles, no los dirigentes políticos".

El concejal de IU Julio Misiego pidió al presidente y al alcalde "que se dejen de disputas y se pongan a trabajar en los problemas del ciudadano". Misiego, con todo, rechazó la actuación de la Comunidad: "Ruiz-Gallardón parece el manager de la ciudad, que está siempre al frente de cualquier cuestión".

La Asociación Hotelera de Madrid criticó al concejal de Urbanismo, Ignacio del Río, en un comunicado remitido ayer. Los profesionales afirman que las previsiones de 120 millones de viajeros que moverá Madrid gracias a la ampliación de Barajas, las estaciones de tren y los museos son "injustificadas", ya que en Madrid "a duras penas alcanza, en la actualidad, los cinco millones y medio de viajeros al año".Los hoteleros tampoco comparten la opinión del concejal respecto a que Madrid necesita más hoteles si quiere ser sede de unos próximos Juegos Olímpicos, y ponen como ejemplo a Barcelona, donde en 1992 "fueron atendidos los visitantes con menor número de plazas hoteleras que las que hoy tiene Madrid".

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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