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Desagradable y necesario

Es comprensible que la liberación de la prisión de Maze de Michael Stone, el pistolero unionista que disparó en un funeral en 1988 y mató a tres personas, provoque un sentimiento de repulsión. (...) Si alguien comete un vil asesinato, necesita esperar sólo a que un proceso de paz avance, después de lo cual puede ser rodeado por los abrazos de felicitación de sus amigos y seguidores, que parecen creer que matar a gente inocente es una forma aceptable de conducta. (...)Aunque uno de los amigos de Stone declaró que él y otros prisioneros lealistas "continúan apoyando el actual proceso de paz", la realidad es que hemos escuchado pocas excusas por parte de Stone. (...) Stone no es un caso aislado, algunos de los que ya han sido liberados son lo peor de lo peor. (...) Pero estas liberaciones nos recuerdan qué tortuoso es el proceso de paz. Parece una ofensa contra la justicia natural que a Stone, Knight, McGinn y a otros como ellos se les permita andar libremente como si nada hubiera ocurrido.

A pesar de todo, sirve a un interés superior de paz y justicia para todos. Sólo gracias a estos dolorosos pasos será posible contemplar la paz a largo plazo. (...) La justicia ciega sirvió para un propósito útil. (...) Ahora, sin embargo, (...) la violencia política de cualquier signo debe ser severamente castigada.

El Acuerdo del Viernes Santo permitió anormalidades para conseguir una nueva normalidad. (...) Por primera vez, los crímenes pueden ser tratados como crímenes. Estas liberaciones deben ser el preludio de algo nuevo para el Ulster: justicia apolítica.

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Londres, 25 de julio

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