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El Madrid deja a Redondo decidir su futuro y el jugador dice que se queda

"Redondo tiene la última palabra", decían ayer en el club tras conocer la oferta del Milan por el hispano-argentino. Y Redondo dijo la última palabra: "Me quedo", señaló en rueda de prensa. Hasta 2.800 millones de pesetas ponía el club italiano sobre la mesa, además de ofrecerle al futbolista unos 700 millones netos al año, el doble de lo que cobra ahora. A Florentino Pérez le convencía la oferta por una razón simple: Redondo tiene 31 años. Pero el presidente quiso que fuera el propio jugador quien decidiera. Y ya lo ha hecho. Se queda.

El Madrid había llegado a un acuerdo con el Milan, tras reunirse Florentino Pérez con Galiani, vicepresidente del club italiano. La oferta de 2.800 millones era del agrado del presidente blanco. Éste sabía que ese traspaso, además de ser impopular, chocaba frontalmente con la opinión de Del Bosque. Y lo reconocía. Pero también era consciente de que el club necesita ingresar dinero con urgencia. Y qué mejor que hacerlo con el traspaso de un futbolista de 31 años, "por el que no nos va a dar nadie en el futuro 3.000 millones, porque habría que estar loco", según declaró ayer un miembro del club. Pero como la cláusula de Redondo es prohibitiva, 14.000 millones, si el jugador no aceptaba irse poco podía hacer el Madrid. Por eso la directiva decidió dejarlo todo en manos del jugador. "Si quiere quedarse, se queda", aseguraban ayer en el club. Y Redondo respondió: "Me quedo".Lo hizo tras asegurar que a él directamente no le había llegado oferta alguna del Milan. O del Inter, otro equipo interesado en contratarle. Pero Redondo era consciente del acuerdo verbal entre el Madrid y el Milan. Hace pocas fechas declaró que deseaba acabar su carrera deportiva en el Madrid. Y en cuanto se hizo pública la oferta del Milan, Del Bosque saltó a la palestra y declaró que consideraba al hispano-argentino "imprescindible". Sin embargo, ayer matizó sensiblemente esas manifestaciones: "El fútbol no entiende de nadie imprescindible. Redondo es muy importante para nosotros y lo seguirá siendo si sigue aquí". Pirri aseguró el lunes que el futuro de Redondo dependía en exclusiva de Del Bosque. Pero ayer el técnico se desmarcó de esas declaraciones y se quitó la responsabilidad de encima: "La continuidad de Redondo no depende de mí", dijo en la concentración de Nyon. Lo dijo con pesar, con gesto serio, conocedor de que el club le había abierto las puertas al jugador.

El Madrid le pidió al Milan que no se pusiera en contacto todavía con Redondo. Y los italianos obedecieron. Entonces, Florentino Pérez decidió mandar a Nyon, donde está concentrado el equipo, a Amancio y Pirri, para que informaran al jugador. Incluso para que le convencieran. Ya no hará falta. Redondo aseguró ayer tajantemente que no se plantea irse del Madrid. Le dice no, por tanto, a un club, el Milan, que le iba a ofrecer un contrato de tres años con un sueldo cercano a los 700 millones netos, cuando en el Madrid cobra unos 350. "Eso siempre se agradece, pero yo estoy muy bien aquí, tengo contrato hasta 2003 y no pienso cambiar de club. si hay algo más, no lo sé y prefiero no saberlo", dijo anoche Redondo en Nyon.

Redondo tomó ayer su decisión pese a sentirse dolido con el comportamiento de Florentino Pérez por aceptar sin consultarle la oferta del Milan. En su discurso electoral, el presidente se había hartado de decir que todas las decisiones deportivas dependerían del cuerpo técnico, formado en estos momentos por Pirri y Del Bosque. "Ellos decidirán los jugadores que necesita el Madrid y los que le sobran", decía Florentino con reiteración. Pues bien, el primer conflicto se acaba de producir. Del Bosque no imagina a día de hoy un Madrid sin Redondo en su medio campo. Desde el club se le ha dicho que eche un vistazo al mercado, que busque un jugador de características similares. No lo ha encontrado. Al técnico le gusta Makelele, pero al lado de Redondo. Tampoco cree que Celades pueda desarrollar esa labor. Y mucho menos Cambiasso. A Helguera quiere mantenerle por detrás de la defensa. No hay solución.

Florentino afirma que no ejercerá presión alguna sobre Redondo. El presidente valora que se sienta madridista hasta la médula, pero también el dinero ofrecido por el Milan o el que le pueda ofrecer el Inter por un jugador de 31 años. Una vez supo la opinión de Del Bosque, decidió otorgarle la palabra al jugador. Que decidiera él. Y decidido está.

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