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GOLF Abierto Británico

Woods, el rey de la selva

El Tigre, sin correr riesgos, deja sentenciado el torneo tras la tercera jornada, con 16 bajo par y Sergio García a 10 golpes

El peligro de los 'bunkers'

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"El día más desafortunado de mi vida"

La historia del Open de EE UU se repite en el Open Británico. O casi. Tiger Woods comenzó la última vuelta en Pebble Beach con una ventaja de diez golpes. En Saint Andrews sólo está seis por delante, tras un recorrido ayer de 67 y un total de 16 bajo par. Pero tal es la superioridad de Woods que nadie duda de que el resultado ya es un hecho consumado, que deberían ya escribir su nombre en el cheque de 825.000 doláres que le corresponde al ganador. Sergio García, la gran esperanza española, se desplomó. Un 73, tras recorridos de 68 y 69 los primeros dos días, lo dejaron seis bajo par, diez por detrás de Woods, y sólo con posibililades de quedar segundo. Luchará por ese puesto contra David Duval, que está a diez bajo par, y con jugadores de la talla del suráfricano Ernie Els, que está a menos ocho y que ya se ha llevado la medalla de plata en los dos Grand Slam disputados este año.Woods, si no le parte un rayo hoy, se convertirá en el quinto jugador de la historia que gana los cuatro grandes. Y, a los 24 años, el más joven que lo consigue. En una entrevista con la BBC tras su recorrido de ayer, Woods intentó convencer al interlocutor de que todavía quedaban posibilidades para un poco de dramatismo en Saint Andrews. "El torneo no ha acabado todavía", afirmó. "Tengo que jugar golpe a golpe. No será fácil". Pero ni su interlocutor ni el público oyéndole por televisión se lo creía. Porque eso fue, una vez más, lo notable de su recorrido de ayer. Lo fácil que le resultaba conquistar el mítico Saint Andrews, donde llevan más de 500 años jugando al golf. O, al menos, lo fácil que parecía. Tan fácil como un Rolls Royce avanzando por una autopista a 120 kilometros por hora. La sofisticación de la maquinaria que lleva escondido el Rolls Royce bajo la carrocería es deslumbrante. Como el talento y la inteligencia, y también la paciencia, que ha demostrado Woods en Saint Andrews.

Porque no ha corrido a más de 120 kilometros por hora, por más capaz que sea de ir a 200. Cuando dijo en la entrevista con la BBC que su juego había sido "muy conservador", a pesar de haber hecho un 67, no estaba bromeando. Ni tampoco cuando dijo "hay que jugar con mucha precaución y esperar a que las oportunidades de birdie lleguen". Es decir, conocer bien la topografía del terreno y no lanzarse precipitadamente sobre la presa, porque la presa es más astuta y tramposa de lo que uno puede pensar. Eso era lo que había dicho su instructor, su gurú desde hace siete años, Butch Harmon, en una entrevista ayer por la mañana. "Si intentas atacar las banderas en Saint Andrews corres demasiado peligro", dijo Harmon. "Hay que jugar con paciencia y seguridad".

Lo que sabe Woods igual de bien que Harmon es que hay que evitar a toda costa caer en los profundísimos bunkers de Saint Andrews. Como hizo ayer en el 17 Sergio García, y que le costó un desastroso doble bogey. Lo que demuestra que el juego de Woods ha sido, efectivamente, algo conservador, y bastante más prudente que el de García, es que pesar de que hay 112 bunkers en el campo no ha entrado ni en uno de ellos en los 54 hoyos que ha completado.De todos modos, al comienzo del recorrido de Woods hubo un periodo de hora y media en la que uno podía albergar esperanzas de que la última vuelta no resultaría otra marcha triunfal. Tras un par cuatro en el primero, Woods hizo bogey en el segundo hoyo. Compensó el error inmediatamente con un birdie en el tercero, pero no hizo menos que par en los cuatro hoyos siguientes. Y mientras tanto, Els, Duval y el danés Bjorn acumulaban birdies y se acercaban a Woods. Bjorn estuvo a un golpe de Woods en cierto momento.

Pero de repente, Woods cambió de velocidad. De cuarta a quinta. Hizo birdies en el ocho, el nueve, el 12, el 13 y el 14. Sonreía con la arrogancia del que sabe que es el rey de la selva. Los demás empezaron a fallar. Els hizo un doble bogey en el 13. Y aunque Duval acababa de hacer uno de los recorridos de su vida, un 66, y estaba a diez bajo par (un total fantástico si no estuviese compitiendo contra un superdotado), Woods le llevaba seis golpes de ventaja. Woods tuvo un tropiezo en el 17. Hizo tres putts para un bogey cinco. Pero en el 18 repitió lo que había hecho en el tercer hoyo tras el bogey en el segundo. Otro birdie. Para rematar. Por si alguien dudaba de su dominio total sobre los demás grandes golfistas del mundo. Uno de ellos es Sergio García, que hace poco tiempo parecía ser el único jugador capaz de domar al tigre.

Ayer, tras su triste 73, Sergio estaba al borde de la desesperación. Porque, en muchos aspectos, no había jugado tan mal. "Ha sido el días más desafortunado que he tenido en un campo de golf en toda mi vida", dijo. "Mi bola siempre acababa en una chuleta, no pude hacer ningún putt y estuve muy frustrado. Pero bueno, a veces las cosas salen así".

RESULTADOS

1. Tiger Woods (EE UU), con 200 goles (67, 66 y 67). 2. Duval (EE UU), 206 (70,70 y 66). Bjorn (Dinamarca), 206 (69, 69 y 68). 4. Clarke (Irlanda del Norte), 207 (70, 69 y 68). Roberts (EE UU), 207 (69, 68 y 70). Toms (EE UU), 207 (69, 67 y 71). 7. Els (Suráfrica), 208 (66, 72 y 70). 13. Langer (Alemania), 210 (74, 70 y 66). Sergio García (España), 210 (68, 69 y 73). 31. Olazábal 213 (72, 70 y 71). Montgomerie, 213 (71, 70 y 72). 45. Jiménez, 215 (73, 71 y 71).

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