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Pancho Villa y el PSPV

De la federación socialista valenciana bien puede decirse que es lo más parecido al ejército de Pancho Villa..., sin Pancho Villa. No vale la pena insistir, por conocidas, en las causas que han provocado tal descomposición y apenas si es interesante repasar el paisaje y el paisanaje de los delegados que hoy inician viaje a Madrid para asistir al congreso federal del PSOE. Por sorprendente que parezca existe una rara unanimidad, con matices, en las propuestas ideológicas de las diferentes tribus. Todas apuestan por una mayor pluralidad, más democracia interna, abrirse a la sociedad, la conveniencia de las primarias y en defender algo tan antiguo para unos y tan nuevo para otros que se conoce como "horizonte federal", aunque muchos no tengan idea de lo que significa, pero suena bien. Pertrechados con semejante bagaje intelectual, que quedará arrumbado apenas traspasar el dintel del palacio de congresos, los jefes tribales se dedicarán a ver qué hay de lo suyo en Madrid para regresar a la Comunidad Valenciana confirmados o desautorizados. No es extraño que eviten pronunciarse a favor o en contra de cualquiera de los candidatos (con la notable excepción de Ábalos que apoya a Rodríguez Zapatero) a la secretaría general del PSOE porque todos quieren jugar a caballo ganador. Una técnica que antaño funcionaba muy bien, pero ahora a saber. En un PSPV tan fragmentado y anarcoide cualquier cosa puede suceder.Aparentemente, sólo aparentemente, Ciprià Ciscar aglutina en torno a su persona un bloque monolítico y sin fisuras, mientras que José Luis Ábalos encabeza una suerte de macedonia tribal navegando en el zumo del anticiscarismo, que ahora aparece como mayoritario. Pero en el PSPV de los últimos años las cosas nunca son como parecen. La volatilidad e inestabilidad de sus elementos es de tal calibre que cualquier alianza es probable. ¿Alguien se sorprendería, por ejemplo, de que la actual macedonia abalista acabara siendo sustituida por otra compuesta por ciscaristas más asuncionistas más Izquierda Socialista más G-4 con Ciscar de presidente y otra persona en la secretaría general? Cualquier fórmula, por explosiva que parezca, cabe en el PSPV porque no hay disensión en las ideas, sino en cómo y quién ocupa el territorio del poder. Basta con encontrar el pegamento adecuado. Del resto, que es todo, ya se ocuparían otro día, más adelante.

Claro que las combinaciones son infinitas y también que el bloque del ex secretario de Organización del PSOE se desinfle por el flanco de los banderas panameñas que tienen un largo historial de saltimbanquis: De Lerma a Asunción, de Asunción a Ciscar y tiro porque me toca; si es que toca, obvio. De aquí a septiembre, pasando por este fin de semana en Madrid donde igual comienzan a producirse los primeros movimientos de tropas, asistiremos al enémiso reestreno de la larga crisis socialista con un ligero interrogante sobre cuál será el final de esta versión. Igual, como en las peores repúblicas bananeras, el sargento chusquero acaba siendo elegido jefe del alto estado mayor. Nada sería sorprendente para este ejército de Pancho Villa en el que por no estar, no está ni el propio Pancho Villa por si las moscas.

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