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TOUR 2000

Guerra entre los campeones orgullosos

Un ataque de celos entre Armstrong y Pantani promete animar más de lo esperado la última semana

No habría Coppi sin Bartali, Anquetil sin Poulidor. Y la tradición sigue: no habría Armstrong sin Pantani. El campeón ciclista es egoísta y orgulloso por naturaleza: no se dejen engañar por sus demostraciones de respeto hacia los rivales. Y necesitan que el derrotado sea casi tan grande como ellos para sentirse mejor.Oigan este diálogo con intermediarios acaecido justo después de que públicamente ambos hicieran pública demostración de amistad y respeto. Trasfondo: el regalo que hizo el americano al italiano en el Ventoux.

Armstrong (el domingo, a la prensa en general): "Yo le respeto, él me respeta, en fin, de esto último no estoy tan seguro, pero tampoco importa tanto".

Pantani (el domingo, a una cadena televisiva): "Me sentí insultado por Lance en la subida al Ventoux. Hizo todo el tiempo ostentación de sus fuerzas y todo el tiempo detrás de mí no hacía más que decirme: 'vitesse, vitesse' . ¿Quién se ha creído él que es por mucho que lleve el maillot amarillo? Yo soy Marco Pantani, el mejor escalador del mundo" .

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Armstrong (ayer, en conferencia de prensa): "En el Ventoux le quise hacer un regalo y ahora me doy cuenta de que cometí un error. Me desilusiona mucho, es una gran decepción, que Marco lo haya interpretado de esa manera, como un insulto a su orgullo. Todo lo que quise es hacer un gesto, un detalle por tantos meses duros como ha pasado últimamente... En la subida al Ventoux le vi hacer la goma. Seguí su ataque y en esos momentos tuve que tomar una decisión en caliente. Ahora veo que fue un error, pero no importa".

Pantani (ayer, a través de su jefa de prensa): "Siguen siendo válidas las palabras de estima y respeto emitidas hacia Lance. No quiero polemizar. La confrontación, de haberla, tendrá lugar en la carretera: serán los pedales los que respondan, no las palabras".

Armstrong (continuación de la rueda de prensa de ayer): "Pantani ha sido siempre para mí El Elefantino, que es el apodo que se le ha puesto de toda la vida. Pero no, llegó él y dijo que había que llamarle El Pirata. Y eso no es así: los apodos, los sobrenombres hay que ganárselos, tienen que ser los demás los que te los pongan. Es como si ahora yo decidiera que me apodo Big Tex y dijera a todo el mundo que debe llamarme Big Tex. ¿Qué es eso?"

Armstrong (de nuevo, ayer): "Sí, me ha sorprendido que Ullrich, contra el que nunca me había enfrentado antes de tú a tú, haya perdido tanto tiempo. Yo diría que no ha sido suficientemente serio este invierno, pero lo diría más como una observación que como una crítica: Ullrich es un gentleman, y no como otros.

El campeón norteamericano ganó el Tour del 99 sin oposición apenas en ausencia de los mejores de la época. A él le dolió. Se decía, bah, el tuerto en el país de los ciegos. Y llega 2000. Ante él, Pantani, Ullrich. Los últimos ganadores del Tour. Y ocurre que con tanta facilidad se desembaraza de ambos el norteamericano, que se encuentra con que otra vez se puede entender que no ha tenido rivales de entidad. Necesita un enemigo. Pero no uno cualquiera. Necesita frente a él a un ciclista popular y que despierte la imaginación y la admiración de la gente. Necesita que Pantani sea su enemigo, no su aliado. Su victoria, así, será más grande.

Se quieren y se respetan, y también se odian. Son los campeones. Son Marco Pantani y Lance Armstrong. ¿Quién los entiende? Sus relaciones personales han marcado el desarrollo de las etapas de montaña. Cuando se querían, todo eran regalos y detalles entre ambos. Ahora que se odian, ¿qué pasará? El ataque de celos de ambos, las figuras más mediáticas del Tour 2000, promete encender la etapa de hoy, la del Joux Plane, el último coloso alpino, y el peligroso descenso hacia Morzine. "Claro que afectará, aunque no quisiera", terminó Armstrong. "No quiero terminar el Tour sin ganar una etapa, pero creo que la de Morzine va a ser excesivamente nerviosa para mi gusto, así que intentaré ganar la contrarreloj. Pero mi único objetivo es ganar el Tour, aunque sólo sea por un segundo. Yo estoy para ganar el Tour y Pantani para ganar etapas.

Y Pantani termina: "Sí, quiero ganar la etapa de Morzine aunque no esté al 100%. Y sí, también quiero una plaza en el podio, aunque haya bastantes adversarios aún entre yo y mi objetivo".

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