Bono augura que el congreso socialista será "un nuevo Suresnes"

"Se inicia la etapa de los cambios necesarios", proclamó ayer el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, para quien el congreso del PSOE del próximo fin de semana será como un "nuevo Suresnes", la localidad francesa en la que Felipe González fue elegido líder del socialismo español, hace un cuarto de siglo. Mientras, José Luis Rodríguez Zapatero, otro de los cuatro candidatos a la secretaría general, continuó con su reivindicación de la figura de González y dijo de él que "no da sombra, sino luz al socialismo en España".

Bono afirmó en Santiago de Compostela que se siente "muy orgulloso" del pasado más inmediato del PSOE, pero que el partido no debe incurrir en la "soberbia política" que, según él, mostraron en determinados momentos los gobiernos de González. "Cuando dijimos que habíamos entendido el mensaje", agregó, "en realidad no lo entendimos, y las urnas nos lo acabaron pasando por escrito. Un Gobierno no tiene que aspirar a que los ciudadanos le estén dando las gracias permanentemente".Bono reiteró que, en caso de que se decidiese elegir al secretario general mediante una votación a doble vuelta, él no concurriría a la segunda. Bono declaró que la segunda vuelta puede favorecer las "componendas" entre dirigentes, pero, en todo caso, anunció que si ese debate se plantea en el congreso, optará por abstenerse.

El presidente castellano-manchego pidió que el socialismo no se tome "como un dogma esculpido en piedra" y que se tenga en cuenta que al PSOE pueden votarlo ciudadanos que "no son ni socialistas, ni obreros, ni feministas". "Tenemos que ser radicales en la defensa de la solidaridad social y moderados en el modo de relacionarnos con la sociedad", indicó.

Admiración

José Luis Rodríguez Zapatero, otro de los candidatos a la secretaría general, que ayer se reunió en Jaén con delegados de esta provincia, se mostró elocuente cuando nombró a Felipe González. "No sé si me conviene o no", matizó, poco antes de decidirse a mantener su línea habitual durante la campaña. Rodríguez Zapatero mostró su "respeto y admiración" por un socialista que, dijo, "no da sombra ni debe estar a la sombra de nada. Es un referente básico que da luz al socialismo en España".Antes resaltó que asume plenamente el trabajo que han hecho los socialistas en España y "especialmente" en la última etapa de gobierno, informa Carmen del Arco. "Sólo un partido que conoce su identidad puede ser creíble", apostilló.

Rodríguez Zapatero se mostró convencido de que el aspecto decisivo del 35º Congreso del PSOE no será el mayor o menor grado de apoyo que consiga el candidato que se alce con la secretaría general, sino "el respaldo que tenga la nueva ejecutiva".

Un escenario con cuatro candidatos, añadió, hace prever que el que quede en primera posición no tenga una mayoría muy amplia, por lo que considera como elemento de legitimidad la confianza que genere su equipo entre el resto de socialistas. Rodríguez Zapatero no quiso pronunciarse sobre la posibilidad de que se celebren una o dos vueltas y reiteró que aceptará la decisión de la comisión política.

Las otras dos candidatas, Rosa Díez y Matilde Fernández, no efectuaron ayer actos de partido.