El PSC comienza el relevo de los dirigentes territoriales que han pasado a la ejecutiva

Las 24 federaciones del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) comienzan hoy la cascada de congresos que, hasta el próximo otoño, renovarán o ratificarán a sus respectivas direcciones. En este proceso dejarán de ser dirigentes territoriales algunos de los más caracterizados en las batallas internas de los últimos ocho años. Es el caso de Ramon Vilalta, actualmente primer secretario de la federación de Lleida; Joan Rangel, de la federación del Maresme; Manuel Nadal, de la de Girona; Jordi Terrades, del Vallès Oriental, y Joan Ferran, secretario de organización de la federación de Barcelona, la más numerosa del partido. El grueso de estos congresos se celebrará en octubre.

Responsabilidad evaluable

Uno de los pactos que permitió reducir de 54 a 29 los componentes de la comisión ejecutiva del PSC obliga a no compatibilizar su pertenencia a ella con otros cargos de dirección en las federaciones comarcales o provinciales. Es el caso de Rangel, que ascendió a la secretaría de organización y finanzas; Joan Ferran, responsable del área de acción sectorial; Ramon Vilalta, secretario de acción rural; Jordi Terrades, secretario adjunto de política local, y Manuel Nadal, secretario de política de infraestructuras. En Girona se considera probable que la diputada Marina Geli sea la sustituta de Manuel Nadal.La federación que hoy celebra su congreso es la de las comarcas del Bages, Berguedà y Solsonès, cuyo primer secretario es el diputado autonómico Joan Roma. La previsión es que Roma se mantenga en el cargo.

Una de las características de la nueva dirección del PSC es que han sido atribuidas responsabilidades con objetivos concretos, evaluables, a cada uno de sus miembros. Es una ventaja y un riesgo para los titulares, pues la intención de Pasqual Maragall y José Montilla, primer secretario, es evaluar la idoneidad de cada dirigente en función de estos objetivos.El propio Maragall ha comentado, a título de ejemplo, que el objetivo de la secretaría de organización es doblar el número de afiliados en tres años, para alcanzar la cifra de 60.000 personas. A este objetivo deberán colaborar otras secretarías, en particular las de implantación territorial, que está a cargo de Manuel Royes; la de acción rural, que desempeña Vilalta, y la de acción sectorial, que ejerce Ferran.

Otro ejemplo de objetivo evaluable es el que ha recaído en Ernest Maragall. El hermano del líder del partido es también una de las personas de su más estricta confianza política. En la nueva dirección tiene la responsabilidad de organizar una conferencia nacional de gran importancia en los planes del PSC para alcanzar el Gobierno de la Generalitat en las próximas elecciones autonómicas. Esta conferencia nacional tiene que ser, en los planes de Pasqual Maragall, un trampolín que le proyecte hacia la presidencia de la Generalitat. Será un éxito o un fracaso, o pasará sin pena ni gloria, pero en cualquier caso será evaluable.

No todos los dirigentes territoriales han querido dar el salto a la comisión ejecutiva, a pesar de que estaba a su alcance. Xavier Sabaté, por ejemplo, prefirió permanecer como primer secretario de la federación de la provincia de Tarragona. Otro dirigente territorial que ha dado pruebas de preferir la escala comarcal a cualquier otra es José Zaragoza, primer secretario de la federación del Baix Llobregat. En las últimas elecciones autonómicas, el entonces primer secretario fracasó en su intento de que Zaragoza aceptara ser candidato a diputado.

En la provincia de Lleida se llevará a cabo la fusión de las dos federaciones, la del Pirineo y la denominada Terres de Lleida, para adecuarlas a las exigencias electorales, como se hizo años atrás en la provincia de Tarragona.