La dimisión del portavoz del PP en Elche agudiza la crisis del partido

La dimisión, ayer, de Fernando Vargas como concejal y portavoz del PP en el Ayuntamiento de Elche reabre la guerra de poder en el grupo municipal. El abandono del cargo público del médico ilicitano alegando motivos personales y profesionales y su deseo de facilitar la apertura de un "proceso de renovación", deja en manos de las altas esferas populares la elección de un nuevo portavoz, ante la limitación de movimientos de los ediles.El universo de los nueve concejales críticos a la gestión de Vargas, sólo coincidentes en activar una revuelta para defenestrar al portavoz, se encuentra actualmente fracturado. La crisis del partido abre un amplio abanico de posibilidades, tan grande como el número de representantes obtenido en los comicios locales. Ayer sonaban hasta tres nombres para sustituir a Vargas, pero ninguno de los candidatos goza del respaldo unánime de sus compañeros y la dirección local del PP.

La crisis de los populares ilicitanos animó ayer a socialistas y EU a cargar contra la dirección regional del PP, a la que acusan de forzar la dimisión de su portavoz, y desestabilizar con ello al principal partido de la oposición, por haber criticado el proyecto de ley de áreas metropolitanas impulsado por el Consell.

Al calor del ascua de la dimisión, el PSPV escenificó el abrazo del oso al presidente local del PP, Manuel Ortuño, a quien trasladó públicamente "todo el apoyo para alguien que defiende los intereses de la ciudad frente a las manías de Zaplana". El alcalde de la ciudad, Diego Macià, admitió estar "preocupado" por la actitud del presidente del Consell, "que parece que no recapacitará sobre una ley que nos amenaza".

Con el espectro de la renovación persiguiendo a Ortuño, el presidente local afirmó: "De eso, en Elche ha habido más que en ningún sitio". Además, el también diputado autonómico preguntó a los dirigentes de su partido a qué se refieren cuando utilizan el término renovación, recordando que él lleva en el cargo público "el mismo tiempo que Zaplana y Julio de España", éste último presidente de la Diputación y del partido en Alicante.

Ortuño, al que se le imputa el fracaso del trabajo de los concejales de Elche, recordó también que la lista electoral fue elaborada por De España sin que tuviera "nada que ver con la voluntad de las bases".

Por su parte, en la hora de su despedida, Fernando Vargas consideró que nadie debería estar en un cargo público más de ocho años consecutivos, y apostó por la celebración de una asamblea local para unificar el PP local. "Se debe realizar un acto de valor por parte de todos, que han de renunciar a parte de sus manías", dijo.

Mientras tanto, los 11 concejales que mantiene el PP en el Ayuntamiento de Elche, a la espera de la incorporación del sustituto de Vargas, se mantienen a la espera de que la dirección provincial del partido convoque una reunión para decidir quién tomará las riendas del grupo. El objetivo es iniciar una labor de oposición sin sobresalto, coherente y uniforme, aunque todos coinciden que esa empresa será de difícil consecución.