_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Morbo

Rosa Montero

Ya se sabe que en verano suele haber menos noticias. O eso asegura el tópico, aunque a mí me parece que el tumulto noticioso es cada día más estable. Antes, cuando el mundo era mucho más pequeño y provinciano, la diferencia informativa entre la vida normal y la estival era tan enorme que el desierto de la canícula se solía rellenar con las llamadas serpientes de verano, temas nimios hinchados hasta el paroxismo.El accidente del autocar de Soria no es ni mucho menos un tema nimio, sino un asunto trágico y tristísimo; pero el tratamiento informativo que ha recibido me parece tan extraordinariamente desmesurado que recuerda a las viejas serpientes de verano. He llegado a contar ocho páginas en un mismo periódico dedicadas al tema (y al día siguiente cinco, y al otro día cuatro). Ya es difícil llenar ocho páginas sobre este suceso, que es una desgracia simple y fría, un horror redondo y transparente del que hay muy poco que decir. Una veintena de adolescentes salieron de vacaciones, tuvieron un accidente de tráfico y se mataron. Ya está contado todo, o casi todo. Y, sin embargo, los medios de comunicación, sin excepciones, han estado ordeñando desaforadamente la noticia, rascando mugre y dolor por los rincones, preguntando a los padres, a los tíos, a los abuelos, a los amigos de los niños, a los primos de los amigos de los niños, a los vecinos de los conductores, a las cuñadas de las viudas, cualquier cosa con tal de arrastrar una brizna de sufrimiento hasta la página impresa. Francamente morboso, desde luego.

En el mundo moderno vivimos lo más alejados de la muerte que podemos, lo que no es óbice para que ésta siempre nos alcance. Esa certidumbre del fin y del dolor, que intentamos olvidar todos los días, es la que estalla de repente en sucesos como el de Soria, con todos esos chicos muriendo sin sentido y sin razón, fuera de su tiempo natural, en un accidente de tráfico que podría sucedernos a cualquiera. Es el escalofrío ante el ciego azar, ante la fragilidad y la indefensión de la existencia; un sentimiento muy natural y hondo, un vislumbre de la tragedia humana. Lástima que el abuso informativo lo convierta en sensacionalismo y basurilla.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_