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FÚTBOL Jorge Valdano conversa con José Antonio Camacho

“Caer como Italia, con postes y diez oportunidades en contra cada día, no merece la pena”

Jorge Valdano. Siempre que termina un campeonato hay dos tipos de reflexiones: siempre nos pasa lo mismo y no sabemos por qué nos pasa.

José Antonio Camacho. Para mí hay algo fundamental. El jugador español llega más saturado que ninguno a los grandes campeonatos. Por el número de equipos, por las competiciones que juega, por su tendencia a alcanzar su pico competitivo en marzo o abril. El jugador español alcanza su cima en ese momento y luego resulta muy difícil volverle a exigir otra subida brusca. Pero quiero decir una cosa antes de cualquier otra reflexión. Estoy satisfecho porque hemos jugado al ataque, hemos sido los protagonistas de todos los partidos, incluido el de Francia. Eso hay que valorarlo. Caer como lo ha hecho Italia, con tiros a los palos en todos los partidos, recibiendo diez oportunidades de gol por encuentro, no merece la pena.

V. ¿Se les hacen a los jugadores tests para saber qué piensan, qué les ocurre, qué creen que puede cambiar? O para decirlo de otra manera, ¿cuando llegaste a la selección te encontraste con documentos que te permitieran...?

C. No, documentos ninguno.

V. Y no te parece que ahora que en el mundo de la empresa se habla tanto de la gestión del conocimiento, sería conveniente elaborar algún tipo de informe, de documento, que permita conocer algo más de lo que le sucede al fútbol español.

C. Por supuesto que es algo fundamental. Por ejemplo, ahora que los juveniles vienen del campeonato del mundo, he pedido un informe exhaustivo de todos los datos relativos a los jugadores. Si un jugador se ha cagado, por decirlo vulgarmente, si no ha podido con la responsabilidad. Me interesa todo. Y me interesa que quede constancia en la Federación. Y también me interesa a mí como entrenador para el futuro, para saber cuál es el perfil del futbolista. En el Europeo ha pasado lo mismo. He tomado notas y dejaré un informe. Y no sólo lo hago con la Federación. Suelo pedir información a los clubes y luego, después de un campeonato, les transmito mi opinión.

V. Si tomamos los cuatro semifinalistas, parece que progresaron los que parecían favoritos. En un análisis comparativo con España: tácticamente los cuatro apuestan por la estabilidad, salvo cuando no se lo pudieron permitir. Parece que el de la estabilidad es un valor importante.

C. La estabilidad resulta más sencilla en las fases de clasificación. Cuando tienes partidos cada tres días, muchas veces no puedes repetir alineaciones. Porque el estado de forma no es el conveniente o porque resultan excesivos tres partidos en 15 días. Y a veces porque el rival tiene armas que debes contrarrestar. ¿Por qué Sergi no jugó contra Francia si había jugado bien ante Yugoslavia? Bueno, yo no quería que los dos laterales atacaran, porque Francia te desborda en las contras. Y en el caso de Sergi, necesitábamos altura. Francia ha reventado muchas veces a los rivales en una falta, en un córner, porque tiene a seis o siete jugadores entre 1,85 y 1,90. Creí que no se podían conceder ventajas. Por lo que respecta a los cambios, yo tenía un equipo base, pero la realidad del campeonato te demuestra que, por un motivo u otro, algunos no te responden. Si hubiera dejado el mismo equipo después del partido de Noruega, también me lo habrían reprochado.

V. Pero, ¿no crees que una de las diferencias entre los cuatro semifinalistas con España fue que España estuvo buscando la alineación durante todo el campeonato?

C. Si hubiéramos ganado a Noruega y Eslovenia, contra Yugoslavia no habría jugado ese equipo. Pero tuvimos que jugarnos todo contra Yugoslavia y sólo contamos con tres días de descanso para enfrentarnos a Francia, que venía mucho más descansada.

V. Más allá de que el equipo disfrutara de una plenitud física y anímica durante la fase de clasificación, ¿has notado que un campeonato tan exigente condiciona el rendimiento psicológico de algunos jugadores?

C. No es fácil explicarlo, porque parece que busco excusas...

V. Para decirlo de otra manera. ¿El clima de una fase de clasificación es diferente al clima de un campeonato?

C. Sí. Lo primero porque los jugadores buscan sus máximas prestaciones en marzo, cuando están volcados con sus equipos en los torneos. Y una vez que han alcanzado el máximo, volver a subir otra vez cuesta mucho. Por eso ha resultado más fácil esa subida en el tercer y cuarto partido de la Eurocopa. Muchas veces te piensas que todo es sencillo y luego te encuentras con dificultades muy grandes. En las competiciones de máximo nivel, si cedes un poquito, te ganan. Y estos torneos no admiten errores: si pierdes dos partidos te echan a la calle.

V. Otro elemento indiscutible de los semifinalistas es el estilo. Portugal se pareció a la escuela portuguesa, Holanda ganó y perdió siempre alrededor del balón, Italia mantuvo una lealtad a su historia, con mucha gente atrás y saliendo a pelotazos, y Francia, como único equipo que sabe jugar a las dos cosas: se defiende con solidez y ataca con mucho peligro. Todos dieron la sensación de saber qué fútbol les convenía.

C. En eso estoy más que satisfecho. Nosotros hemos cambiado el estilo de Francia...

V. Ya sabemos que una de las características de la selección francesa es su capacidad de adaptación. Pueden jugar de muchas maneras.

C. A mí me parece que no nos han ganado por jugar mejor que nosotros. Mira, ellos dicen: soy Francia, soy el campeón del Mundo y sé a lo que tengo que jugar. Si veo que España me domina y me tengo que encerrar, me encierro y no pasa nada. Si tienen que retrasar 20 veces el balón al portero, pues 20 veces al portero. Y luego esperan su oportunidad. ¿Una falta?, ¿un córner? ¿hacer faltas tácticas constantemente? Porque quizá nosotros no sabemos romper el juego cuando nos salen a la contra.

V. Hasta Holanda parece haberlo aprendido. Siendo el equipo que más ha tenido la pelota, también ha sido el que más faltas ha cometido.

C. Por eso te digo que quizá nos faltan esas cosas. Somos más ingenuos. El jugador español no tiene malicia. Todo lo contrario que los italianos.

V. Los italianos son los reyes de los detalles...

C. Serán los reyes de los detalles, pero no han sido los reyes de la defensa. Han concedido multitud de oportunidades.

V. No me refiero al defensivismo. Hablo de una Liga que te obliga a la máxima concentración. Tienen la conciencia permanente de lo que ocurre en el marcador.

C. Hacen la lectura necesaria, como los bases de baloncesto: saben cuándo botar o salir al contragolpe. No sólo los italianos. Jugadores como Blanc, Deschamps o Zidane saben exactamente lo que hacer según lo que suceda en el partido. Eso es una ventaja muy grande.

V. Das a entender que la ingenuidad, o la generosidad del jugador español...

C. Quiero añadir una cosa sobre este asunto. El daño que hace a nuestros jugadores todo eso de la moviola, de las sanciones por vídeo. Luego llegas al Europeo y te encuentras con un torneo que está lleno de faltas por detrás que no merecen sanción alguna. Nuestros jugadores vienen de una censura tan grande que termina por notarse en los grandes campeonatos. El jugador español se esconde porque está examinado desde todos los ángulos. Tal y como están las cosas, tú ahora no podrías jugar.

V. Cuando me refería a lo del estilo, no lo decía pensando en lo que había hecho la selección española. En este aspecto no se te puede hacer ningún reproche. Pero quiero situar el estilo en una porción de tiempo más larga. Lo que propones tú es casi opuesto con lo que proponía el seleccionador anterior. Y en los rivales no sucede lo mismo: Holanda es siempre Holanda, Italia es siempre Italia. Desde el punto de vista del jugador, eso tiene que producir una especie de indefinición.

C. Puede ser. Algo nos ha faltado tradicionalmente. La historia te lo dice así, y a veces te da por pensar en la suerte. En la Eurocopa de Francia pasamos porque vencimos a Alemania en el último minuto y a Dinamarca en los penaltis. Y dos años después caímos con Bélgica en la tanda de penaltis. ¿Cómo lo explicas?

V. En México, los jugadores argentinos festejamos el triunfo de Bélgica porque sabíamos que nos iba a resultar mucho más fácil como rival que España. Sin embargo, en la Eurocopa me dio la impresión de que Francia tenía más solvencia que España.

C. Yo creo que no. Otra cosa es que digas: yo veía que Francia te podía ganar.

V. Lo que veía es que Francia no perdía los papeles nunca, ni cuando estaba sometida al ataque desesperado de España.

C. El problema es que estuvimos por detrás todo el partido. Mandas en el partido, juegas para ganar y pierdes.

V. Bien, pero eso ocurrió con Bélgica en el Mundial de México, con Yugoslavia en el Mundial de Italia, con Inglaterra en la Eurocopa de hace cuatro años, y ahora otra vez.

C. ¿Y qué lectura le das a eso?

V. Creo que no hay que entretenerse en el último partido. Da la sensación de que metes a la selección española entre las grandes y que sólo la mala suerte o los detalles insignificantes han provocado esta trayectoria de la selección.

C. No. Sé muy bien que nuestra medida no ha sido la misma que en marzo. Y lo digo porque nos hemos enfrentado a Brasil, Italia y Argentina. Yo veía entonces que podía ganar esos partidos. Y ahora no. Nos costaba mucho más. Pero también hay que reconocer otra cosa: muchas veces hablaba con la gente del banquillo y les decía !pero si nos nos han rematado en quince minutos!

V. En la fase de clasificación los jugadores se movían con una seguridad, con una confianza, que no se ha visto en la Eurocopa. Unos cuantos parecían superados por el acontecimiento, igual porque venían de circunstancias difíciles, con muchos jugadores que peleaban por salir del descenso.

C. No tengo ninguna queja de ellos. Y no sé cómo se mide eso que dices. Es posible que les pueda la presión, pero la mayoría son jugadores que tienen una larga experiencia, que han jugado muchos partidos en la selección, algunos en Mundiales o Eurocopas anteriores.

V. Como hay que partir de algún sitio para el análisis, habrá que decir que ninguno de los semifinalistas contaba con jugadores que estuvieran comprometidos en el lucha del descenso. Y que la inmensa mayoría de ellos luchaban por conquistar algún torneo. En España empiezas a contar y te encuentras con Aranzabal, en un equipo que ha estado al borde del descenso; Munitis, lo mismo; Molina, descendido; Valerón, descendido; Alfonso, descendido. Ésas son cicatrices que no son fáciles de cerrar.

C. Podría aceptarte esa tesis si me dijeras que a esos jugadores no les conocía nadie. Pero estamos hablando de Alfonso, de Molina, de Valerón, o de Munitis, que ha salido muy revalorizado.

V. No, lo que yo te digo es que franceses, holandeses y portugueses están en los mejores equipos de los mejores campeonatos, y eso les mantiene alerta durante toda la temporada.

C. La base del equipo han sido jugadores que han participado en la final de la Copa de Europa, como los del Madrid, o Cañizares y Mendieta. O gente como Guardiola. Es decir, más del 50% del equipo. Y hablando de éxito: dos equipos españoles llegaron a la final de la Copa de Europa, con los jugadores más exprimidos que en ningún otro sitio y con la necesidad de recuperarlos física y psicológicamente en un periodo mínimo de tiempo. En eso, la mayoría de las selecciones han tenido ventaja. Los italianos, por ejemplo, tuvieron su último representante en los cuartos de final.

V. Yo creo que la Liga italiana tiene una mayor tensión competitiva que la española.

C. Al final, lo que ocurre es que no hemos tenido ni chispa de suerte cuando nos han rematado 14 veces a la portería en cuatro partidos. Eso es un equipo trabajado. No tiene explicación que te marquen en el 50% de los remates que te hacen. Es que ni sin portero te meten esa proporción de goles.

V. Pasemos a los jugadores. ¿Crees que la Federación debería tener más protagonismo en el proceso de formación de los futbolistas?

C. Es casi imposible.

V. En Francia se hace.

C. Pero España no es Francia. El funcionamiento es muy diferente. Aquí no puedes sacar a un niño de un colegio para llevarlo a un campo de entrenamiento entre las 11 y las 12 de la mañana. Ahí tendrían que intervenir los políticos.

V. ¿Y no hay una contradicción en ese planteamiento? Recuerda que España ha ganado casi todos los títulos de las categorías inferiores durante los últimos años. ¿Por qué se produce esa dificultad en el salto final de los jugadores a la selección absoluta?

C. Cada vez tendremos más problemas para lograr éxitos en las categorías intermedias. Vamos con el caso de los Juegos Olímpicos, donde nos vamos a encontrar con muchas trabas.

V. ¿Quieres decir que la distancia entre los intereses de la Federación y de los clubes es mayor en España que en otros países?

C. Por supuesto. Un ejemplo está en el calendario de la próxima temporada. El día 2 de septiembre jugamos contra Bosnia un partido de clasificación para el Mundial. Pues bien, la Liga empieza el día 10 de septiembre. Algo no cuadra.

V. ¿En otros países hay un mayor grado de colaboración?

C. En otros países hay mucho mayor respeto de los clubes con la selección. En otros países nadie se mete con el seleccionador, con la federación, porque lleves a a un futbolista determinado. Y cada vez recibo más presiones directas o indirectas con respecto a los jugadores que van a ir a los Juegos Olímpicos. Luego, con los resultados en la mano, te dan palos por todos los lados.

V. O sea que en este país prevalece la cultura de club.

C. Aunque en esta Eurocopa hemos contado con más seguidores que nunca, hay que reconocer que España en este aspecto es inferior a los demás. Cuesta movilizar a la gente con la selección.

V. ¿Y qué explicación le das?

C. No lo sé, pero es frustrante.

V. Y además no existe la colaboración necesaria en el fútbol español para que se produzca una concordia de intereses.

C. Cada vez vamos a estar ante más problemas. Los clubes quieren jugar más partidos. Bien, están en su derecho, pero a costa de algo.

V. Si aceptamos que aquí hay una cultura profunda de club, ¿cómo afecta a los jugadores con respecto a la selección?

C. No. Estoy convencido de que los jugadores son muy capaces de dar este salto, pero las dificultades están en otros lugares. Ahora llegan los Juegos Olímpicos. Si Iñaki Sáez convoca a cuatro jugadores del Madrid y a cuatro del Barcelona se organiza un escándalo monumental.

V. Volviendo a lo estructural. Eso también pasaba en tu época de jugador.

C. Con una diferencia. Antes quedaban fechas porque las competiciones eran más cortas. Ahora España tiene cuatro fechas más que el resto de las Ligas. Y en la Liga de Campeones se juegan 18 partidos.

V. La conversación ha entrado en una fase donde parece que lo que nos espera es peor que lo que sucedía anteriormente.

C. Desde luego, porque no dudes de que los clubes se juntarán para pedir más partidos. Eso significa más dinero para ellos. Terminará por pasar que los equipos ficharán futbolistas que pongan condiciones extremas para jugar en los equipos nacionales.

V. Si hacemos referencia a los logros de la selección, podemos decir que le falta la mística ganadora de Brasil, Argentina, Italia, Alemania y ahora Francia, que se ha incorporado al grupo de países que han conquistado algún Mundial.

C. España ha sido un país que casi no ha fallado para lograr la clasificación en los grandes torneos. Desde 1978, sólo ha faltado a la Eurocopa de 1992. Eso se consigue a lo largo de un año, de dos años, durante las temporadas. Los Mundiales y las Eurocopas se ganan al final de las temporadas. Ahí es donde no conseguimos dar el salto. Habrá que pensar que las temporadas están demasiado sobrecargadas cuando coinciden con el Mundial o la Eurocopa.

V. Con relación a la confianza ganadora que tienen los jugadores brasileños, o argentinos, o italianos, ¿se sienten angustiados los internacionales españoles cuando se les presenta como favoritos para vencer en una gran competición?

C. Hay que reconocer que esa firmeza no se tiene. No sé si ocurre porque hay un cansancio tremendo o porque el objetivo prioritario de los jugadores es cumplir con los retos de sus equipos. Otra idea no se me ocurre.

V. Ha sido tu primera experiencia en uno de los grandes torneos. Me imagino que ya habrás sacado conclusiones. ¿Sobre qué aspectos estás dando vueltas en estos días?

C. Primero: el papel de favorito no nos pertenece. No porque hagas una buena fase clasificación significa que tengas que ganar la competición. Lo dice la historia. Y, sin embargo, si llegamos al próximo Mundial, seguro que nos califican como favoritos. Lo que no entiendo es por qué Francia llega al Europeo y no parte como favorito, o está por debajo de nosotros en los pronósticos. Es lo que no entiendo. ¿Por qué? ¿Que no es favorita Italia? !Pero si casi siempre está en las finales!

V. Por ahí se produce una derivación hacia la prensa. ¿Qué papel juega el periodismo en la selección?

C. En la prensa española hay una lucha tremenda. Se necesitan titulares.

V. Pero eso también ocurre en Italia. Lo que me parece es que en el caso de España se ha llegado a un proceso acumulativo. La pregunta que quedó es: ¿qué ocurre con España, que se clasifica para las fases finales y en las fases finales siempre hay algo que termina por derribarla?

C. !Si yo tampoco lo sé! Yo lo único que quiero decir es que favoritos son aquellos que acuden a defender algo. No hay que caer en dramatismos. Deberíamos tomar el ejemplo francés, donde han ido poco a poco.

V. Quizá ocurre todo esto porque en los últimos 16 años España ha colocado a 14 equipos en las finales europeas, y Francia a tres. La sensación que tiene el aficionado medio es que España es una gran potencia del fútbol porque sus equipos así lo demuestran. Los franceses no tienen esa percepción, excepto con la selección. Por eso cuando hablas de la dificultad que significa la condición de favorito que tiene España, tendrás que reconocer que sería incongruente verse como una gran potencia en un caso, con los equipos, y no verse cuando le llega la hora a la selección. No es un fractura fácil de aceptar para los aficionados.

C. Se dice que la Liga española es muy fuerte. Perfecto. ¿Quién ha ganado la Liga? El Deportivo. ¿Quién marca los goles en el Deportivo? Makaay. ¿Y quién es el que dirige al Deportivo? Mauro Silva y Flavio Conceiçao.

V. Es un argumento de mucho peso. En la mayoría de los equipos españoles, la dependencia de las estrellas extranjeras es enorme.

C. Ten en cuenta que en el Barcelona, fuera de Guardiola y Luis Enrique, se acabó.

V. ¿Has llegado a una conclusión definitiva? Es decir, cuando llegue el próximo campeonato, esto no lo volveré a hacer.

C. No. Para mí, si no hemos alcanzado tal o cuál puesto no se debe a ningún error rotundo.

V. Quiero decir que así como en las eliminatorias tienes 15 días para digerir lo que ha sucedido, en un torneo de estas características sólo dispones de tres. ¿Te has encontrado con algún dato inesperado en esta primera experiencia?

C. Sí, pero no puedo decirlo públicamente.

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