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El incidente del hijo de Blair hunde su plan contra el gamberrismo

El Gobierno laborista endurecerá la legislación contra los 'hooligans'

La detención de Euan Blair, de 16 años, hijo mayor del primer ministro británico, Tony Blair, la noche del miércoles por encontrarse borracho no pudo ocurrir en un peor momento para su padre. Inmerso en una crisis de popularidad, Blair había propuesto, justo días antes, una serie de medidas legislativas para combatir el gamberrismo y el abuso del alcohol en la calle. La oposición conservadora sube en las encuestas.

La fiesta de fin de curso se convirtió en una pesallida para Euan. Había salido el miércoles por la tarde con unos amigos a celebrarlo y terminó, horas después, solo y semiinconsciente en el suelo de Leicester Square, a pocos metros de su residencia de Downing Street. Allí lo descubrió un agente de policía que le retuvo en una comisaría por encontrarse "incapacitado y borracho". El incidente llegó en mal momento para el primer ministro. La policía acababa de echar por tierra su propuesta para combatir el gamberrismo callejero, y el líder conservador, William Hague, se jactaba aún de la gran idea neolaborista para erradicar el consumo excesivo de alcohol en la isla británica. Blair la esbozó en Alemania en una conferencia sobre teología y ética: "Quizá los gamberros piensen dos veces si aporrean tu puerta, si derriban las señales de tráfico, si gritan obscenidades al cielo de la noche, cuando la policía tenga el poder de imponerles una multa instantánea e incluso de llevarles al cajero automático más próximo para pagar, por ejemplo, 25.000 pesetas de multa".

La policía ha señalado ya que cobrar multas, arrastrar a los borrachos hasta el cajero u obligarles a recordar su número clave escapa a sus competencias. El resto del país bromea abiertamente sobre la imposibilidad de llevar a la práctica una propuesta que Blair improvisó para contrarrestar la escalada de popularidad de los conservadores. Para frenar la humillación, el viceministro del Interior con responsabilidad sobre la policía, Charles Clarke, señaló esta semana que Blair utilizó el ejemplo de las multas instantáneas como una "metáfora". La "metáfora" ha sido ya descartada, pero Blair aprovechó el incidente etílico de Euan para insistir en que "es importante emprender la acción contra la conducta violenta, agresiva o desordenada". "Esto se aplica a mi familia y a mi hijo tanto como a los demás", dijo en televisión.

La oposición política británica, que días atrás se burló de la cruzada de Blair contra el gamberrismo, brinda ahora muestras de simpatía a un primer ministro consternado por la conducta de su hijo. "Ser primer ministro puede ser un trabajo duro, pero siempre he pensado que ser padre es probablemente más duro", dijo Blair.

Desde entonces, la primera iniciativa se orienta a prevenir el gamberrismo callejero fuera de la isla, a evitar la repetición de los disturbios que protagonizaron cientos de británicos durante la Eurocopa. Las medidas, presentadas el viernes por el viceministro del Interior, lord Bassam, pretenden endurecer la legislación contra los hooligans. La propuesta más polémica contempla la cesión a la policía de autoridad para confiscar el pasaporte de aquellos que considere sospechosos de causar problemas. Los detenidos dispondrán de 24 horas para recurrir la orden ante los magistrados. La oposición, un grupo de diputados laboristas y los lores advierten de que esta propuesta legislativa puede atentar contra los derechos civiles de los ciudadanos.

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