La patronal de Alicante apuesta por contratar a inmigrantes en origen con billete de ida y vuelta

Los empresarios de Alicante están dispuestos a realizar contratos temporales a inmigrantes en sus países de origen, formarles, pagarles los billetes de ida y vuelta y correr con sus gastos de residencia en España para paliar la falta de mano de obra en la provincia, sobre todo en agricultura, construcción y hostelería. La propuesta la trasladó ayer el dirigente de la patronal alicantina, Joaquín Rocamora,al presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, quien la acogió con "interés". La actual Ley de Extranjería no permite ese sistema de contratación.

La Confederación de Empresarios de la Provincia de Alicante (Coepa) es partidaria de introducir en España el modelo aplicado antaño en los países europeos receptores de inmigrantes españoles, y que aún se emplea con los vendimiadores españoles en Francia: contratar temporalmente a trabajadores en sus países de origen, formarles, pagarles el traslado a España y su residencia en el país y devolverlos a su lugar de origen cuando expiren sus contratos. Esta propuesta fue acogida "con interés" por Zaplana, aunque éste contestó que las competencias en materia de permisos de residencia y trabajo no son del Gobierno valenciano. No obstante, los empresarios reclamanron al jefe del Consell que medie para que el Gobierno central facilite la llegada de trabajadores extranjeros. El presidente de la Generalitat sí anunció que la Administración valenciana va a colaborar en la formación de trabajadores en el Magreb, y anunció que la próxima semana viaja a Marruecos con ese cometido en su agenda.

Joaquín Rocamora lamentó que los trámites burocráticos vigentes no permiten dar permiso de residencia "hasta pasados ocho, diez, doce meses o año y medio" a personas que tienen capacidad y que pueden venir a trabajar. Aunque no concretó el déficit de mano de obra en Alicante, el presidente de la Coepa indicó que en esa provincia faltan "varios miles" de trabajadores, sobre todo en el sector agrario, en la construcción y en la hostelería.

Los empresarios alicantinos se reunieron ayer durante casi cuatro horas con Zaplana para trasladarle los "principales problemas" que azotan a la economía de la provincia. La escasez y la mala calidad del agua centró el debate, que se cerró con aplausos después de que el presidente autonómico anunciara que el el Consejo de Ministros aprobará en agosto el Plan Hidrológico Nacional (PHN).

En cuanto a las discrepancias que mantienen los ejecutivos valenciano y aragonés sobre el trasvase del Ebro, Zaplana consideró que "es muy difícil" que alguien pueda tener legitimidad y argumentos suficientes como para impedir que pueda trasvasarse agua de una cuenca excedentaria a otras deficitarias. La Generalitat valenciana, dijo, "apoyará" al Gobierno aragonés en sus reivindicaciones en materia de infraestructuras al gobierno central, con el propósito de que Aragón tenga "garantizada" el agua en el presente y en el futuro.

Zaplana insistió en que hará "todos los esfuerzos" de colaboración, de diálogo, de comprensión y de "aportar serenidad a este asunto", ya que es "una medida tremendamente beneficiosa, fundamental e histórica" para los intereses de la Comunidad Valenciana.

En cuanto a la hipotética fusión entre a Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) y Bancaixa, Eduardo Zaplana indicó que mientras no tenga en su poder los informes que preparan ambas instituciones financieras sobre la conveniencia de la alianza, no ofrecerá opinión alguna.