El Kursaal completa la ocupación de los 'cubos' un año después de su apertura

El Palacio de Congresos y Auditorio Kursaal de San Sebastián remata hoy, un año después de su inauguración oficial, la ocupación completa de los dos cubos diseñados por Rafael Moneo. La venta de la sala de exposiciones supone el capítulo final de una larga y accidentada negociación entre la Sociedad Kursaal y la Kutxa. La caja abonará 650 millones por una sala diáfana que ocupa algo más de 1.000 metros cuadrados. Una muestra fotográfica sobre la historia del Festival de Cine donostiarra estrenará en septiembre la galería.

Cinco años después

El Kursaal, inaugurado en agosto de 1999, funcionará a pleno rendimiento en septiembre, cuando entre en actividad la sala de exposiciones, cuya apertura se oficiará con una magna exposición fotográfica que repasará los 48 años de historia del Festival de Cine de San Sebastián.Este evento cultural, producido por el comité organizador del certamen cinematográfico y paralelo al mismo, será un anticipo de la inauguración oficial de la galería, situada en la parte más oriental del edificio y adyacente al cubo pequeño. La entidad de ahooro tiene previsto organizar en otoño una retrospectiva del artista guipuzcoano Jorge Oteiza, una vez descartada la idea de reunir una colectiva del grupo Gaur.

La apertura de la galería completará la ocupación del Kursaal, que actualmente tiene toda su infraestructura en funcionamiento: el auditorio principal, la sala de congresos y las polivalentes, el restaurante y la cafetería, los locales comerciales y el aparcamiento.

La puesta en marcha de la sala será posible tras la firma, hoy ante notario, del contrato de compraventa entre la Sociedad Kursaal y la Kutxa por 650 millones de pesetas (3,9 millones de euros). El precio es el resultado de una larga y polémica negociación. Larga porque los primeros contactos se produjeron en diciembre de 1995 y polémica porque han aflorado disputas de calado entre las partes, principalmente entre el alcalde donostiarra, Odón Elorza, y los responsables de la entidad, con su presidente, Fernando Spagnolo, a la cabeza.

La negociación ha conocido episodios muy controvertidos y fluctuaciones económicas muy bruscas. Las primeras conversaciones "al más alto nivel" se produjeron en diciembre de 1995 y desde entonces se han sucedido los encontronazos por las diferencias económicas, todo en una horquilla de 2.500 millones a 500 millones.La disputa entre Elorza y la Kutxa, que estuvo a punto de renunciar a la compra del local, salpicó a la Diputación de Guipúzcoa, socio al 50% con el Ayuntamiento de la Sociedad Kursaal. La institución foral llegó a advertir al regidor socialista de que su postura ponía en peligro la participación de la Diputación en el capital de la sociedad.

Finalmente, al precio acordado en octubre del año pasado (630 millones), fecha en la que se ceremonió el arreglo económico, la Kutxa añadirá 20 millones para compensar las mejoras introducidas desde entonces en el local: la galería gana 200 metros cuadrados de superficie útil y la iluminación se ha retocado.

Con este acuerdo, la Kutxa aportará 1.650 millones de pesetas (9,9 millones de euros) al Kursaal, pues durante la ejecución de las obras entregó 1.000 millones para su financiación. El complejo cultural ha costado 9.985 millones, además de otros 396 millones para ampliar el equipamiento escénico del prisma grande.