Refundación

Era cuestión de tiempo y se veía venir. La alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, y la combativa coordinadora de Izquierda Unida-Convocatoria para Andalucía en Sevilla, Concha Caballero, dieron el paso decisivo para mover la silla de Antonio Romero. Aunque hablan de ideas, de refundar IU-CA, lo cierto es que, sin sorpresa, lanzan un misil a la línea de flotación de Romero. Quienes propugnan un radical cambio en la coalición de izquierdas saben que no será posible sin darle unas vacaciones políticas a quien supo hacerse con el poder dejando en la cuneta a Luis Carlos Rejón por los mismos motivos que Aguilar y Caballero lo quieren dejar a él ahora en el dique seco.Antonio Romero, hábil maniobrero, está instalado en lo que otro de los críticos y ex alcalde de Humilladero, Juan Francisco Gutiérrez, ha afirmado: "Parte de la organización pretende vivir de las ideas". Pero Romero, listo por naturaleza, sabe que le ha llegado su tiempo y buscará un lugar al sol. Con la intuición propia de quien ha sabido moverse en las procelosas aguas de la coalición, Romero sabe que su futuro está en la retaguardia y a esperar. La clave estará en qué posición se situarán Alcaraz, fiel amigo de sus amigos, y Rejón, que sigue teniendo fuerte prestigio dentro de la coalición. Rosa de Córdoba, al poder.

No menos movidas bajan las aguas en el Partido Andalucista. Aquí no se trata de "refundar", porque así llevan veinte años, sino de sensatez. ¿De verdad que no hay nadie en el PA que ponga, siquiera sea, unos gramos de cordura en el "partido-harakiri"? Dentro del PA hay quienes se jugaron hacienda y patrimonio y deben ser ellos quienes den un paso adelante. Suena Arredonda como persona con prestigio, seriedad y cordura para intentarlo. Que lo consiga es otra cosa.

De los populares andaluces, habrá que escribir más adelante. Huelva, Granada y Málaga, por distintos motivos, están en ebullición. En alguna provincia quieren aplicarle a Teófila Martínez la misma medicina que ella utilizó para defenestrar opositores. Arenas tiene la palabra. Teófila, el mando. Con Villalobos, detrás.