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Bono confía en convencer a González para que sea presidente del PSOE

Anabel Díez

Después de varios días en los que el ex presidente del Gobierno Felipe González no aparecía en el debate precongresual del PSOE, su nombre ha vuelto a irrumpir por la insistencia de los militantes y delegados en preguntar a los aspirantes a la secretaría general si es posible que su ex líder pueda ser presidente del partido. La sorpresa la dio el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, cuando anteanoche, a preguntas de un militante en un coloquio en Madrid, dijo que "todavía quedan 20 días para convencerle".

Como preámbulo a la respuesta, Bono afirmó que no quería ser secretario general por el mero hecho de que Felipe González le apoyase, pero tampoco deseaba ganar un solo voto a costa de hablar mal "del socialista más importante de este siglo". "¿Y Pablo Iglesias?", apostilló alguien del público: militantes y delegados socialistas madrileños. "Bueno, yo hablo de lo que conozco", respondió en tono de broma.Pero a nadie le pasó inadvertido en la escuela de la UGT Julián Besteiro el final de la frase de José Bono a la pregunta de qué le parecía que Felipe González fuera elegido presidente del PSOE en el 35º congreso. Antes, en conferencia de prensa, José Bono, había dicho: "A mí me gustaría que Felipe González fuera el presidente del partido, pero es que no quiere". La tesis de que González no es su tutor ni él su pupilo ya es conocida. Y también que Bono quiere ser un secretario general "autónomo" no puesto por nadie ni sujeto a pactos a cambio de contrapartidas.

Dentro del coloquio se extendió sobre este extremo al señalar que no ofrecería a nadie el puesto de portavoz parlamentario a cambio de que le brindara su apoyo. Esta posibilidad es la que se barajó cuando salió a escena el diputado leonés José Luis Rodríguez Zapatero, al que se atribuía el objetivo de buscar ese puesto de portavoz. A falta de 15 días para la celebración del congreso, ya nadie sostiene ese argumento. Pero sí toma cada vez más cuerpo la idea de que Felipe González es "el presidente natural" del partido, algo que defiende Rodríguez Zapatero desde que lanzó el grupo Nueva Vía. Ahora también lo dice Bono, al asegurar que merece la pena insistir hasta convencerle.

Rosa Díez también aludió a González ayer en Barcelona para indicar que prefiere dejarle al margen de este debate y que lo que desea es seguir siendo "su amiga". La otra candidata, Matilde Fernández, considera que el tiempo de González y Alfonso Guerra ya ha pasado y que es la hora de otros, siempre con el reconocimiento a la labor de ambos.

El ex presidente, neutral

Fernández expresó en la cadena Cope su convencimiento de que Felipe González está siendo "neutral". Entre tanto, Felipe González sigue su actividad como presidente de la Fundación Progreso Global y encargado por la Internacional Socialista para la renovación de las ideas y propuestas de esa organización, tarea que le mantiene fuera de España con mucha frecuencia. González regresó ayer de Argentina y hoy viaja hacia México.Aunque los candidatos guardan las normas de la cortesía, e incluso se reparten elogios personales y políticos, no hay un solo gesto que no sea escudriñado al objeto de interpretar sus estrategias. Tanto a Rosa Díez como a Matilde Fernández y a Rodríguez Zapatero, según informaron ayer las personas de su confianza, no les ha pasado inadvertido el último planteamiento de Bono con la mano tendida a integrar en su ejecutiva, si obtiene la mayoría, a personas de otras candidaturas e incluso a políticos que se sitúan en posiciones muy diferentes tal como es el caso del presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra.

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En todo caso, el presidente castellano-manchego quiere dejar claro que no va a entrar "en componendas". "A mí lo que me preocupa es el día siguiente del congreso; y si me vais a apoyar en la votación para secretario general pero no me apoyáis el día después, entonces no me votéis", dijo Bono a los militantes madrileños.

Todos los candidatos se muestran optimistas sobre sus posibilidades. Son las dos mujeres, Matilde Fernández y Rosa Díez, quienes más énfasis ponen en la voluntad individual de los delegados, expresada en voto secreto y, por tanto, no supeditada a consignas.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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