Críticos de IU proponen en un manifiesto refundar la coalición para salir de la marginalidad

Los críticos e Izquierda Unida que se han constituido en plataforma - entre los que se encuentran la coordinadora de Sevilla, Concha Caballero, y la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar- dieron ayer a conocer un manifiesto en el que proponen refundar la coalición para salir del "hoyo marginal, recuperar su prestigio y credibilidad". Estos dirigentes, contrarios a la actual dirección, que encabeza Antonio Romero, parten de que IU "ha tocado fondo" y que la próxima asamblea andaluza será la "última oportunidad" de recuperar la pluralidad y el apoyo que tuvo el proyecto inicial.

El movimiento es una clara respuesta al intento de la cúpula de IU de controlar el debate preparatorio de la 13ª asamblea, prevista para finales de octubre, que elegirá a un nuevo coordinador andaluz. El sector oficialista, que cuenta con el apoyo del secretario general del PCA, Felipe Alcaraz, consiguió que Antonio Romero fuera ratificado en su cargo hasta la celebración del congreso, y acallar las voces que exigían su dimisión fulminante tras el descalabro electoral del pasado 12 de marzo.Los críticos se quejan de que el proceso de cambio esté bajo la tutela del mismo equipo, en lugar de entregar las riendas de la renovación a una representación colegiada, y proponen una apertura total a la diversidad y pluralidad que fueron las señas de identidad de Izquierda Unida en sus orígenes. Además de Rosa Aguilar y Concha Caballero, detrás de la plataforma están dirigentes muy significativos de todas las provincias, y de diferente orientación ideológica, como el dirigente del CUT, Juan Manuel Sánchez Gordillo, el malagueño Juan Francisco Gutiérrez Vilches o el almeriense José Román. Y algunos aún de más relevancia que no han prestado su nombre al encontrarse inmersos en el proceso asambleario de sus provincias.

Precisamente la reivindicación de la diversidad y de un proyecto cercano y permeable es el eje del manifiesto, que recuerda que en los últimos años "miles de personas" se han marchado de la organización, y que cada una de las exclusiones "se ha hecho con el argumento de la unidad del proyecto", cuando en realidad se ha instalado la "desconfianza, la lucha por el poder y la falta de debate político". La plataforma -que se define como "la fotografía de lo que debe ser IU", por su condición heterogénea- llama la atención sobre separación de la sociedad, y el abandono del carácter alternativo que fue la bandera de la organización.

Aunque, en la presentación del manifiesto, tanto Caballero como Aguilar huyeron en todo momento de personalizar las críticas, se refirieron con insistencia al "chantaje, presiones, amenazas y técnicas del miedo" que ejercen determinados dirigentes sobre los afiliados, para impedirles expresarse libremente desde su derecho a la diferencia, en clara alusión a la cúpula actual de IU y del PCA. Con especial énfasis denostaron la hegemonía que ejerce el PCA en la organización, sin llegar a nombrarlo, y reivindicaron uno de los grandes logros de la coalición: "Un hombre, un voto; una mujer, un voto, sin cuoteo ni disciplinas de partido".

Rosa Aguilar se mostró muy cruda en su exposición y sentenció que IU ha tocado fondo, tras la retirada del apoyo de la sociedad y de la afiliación. A su juicio, la asamblea de octubre es la "única y última oportunidad de salir del hoyo, de rechazar el proyecto rancio y añejo, porque nos la estamos jugando". Aguilar calificó de "problema" que Romero haya llamado a la plataforma "amalgama": "Si a la pluralidad se le dice amalgama, se excluye a la gente, se pide que se queden solo los pata negra, y IU se va a la marginalidad y a la nada".

Los promotores de la plataforma dijeron que, de momento, no se han planteado presentar una candidatura alternativa a la que prepara la dirección de IU y llaman a los dirigentes que la componen a sumarse al manifiesto. No obstante, en los meses que restan hasta el congreso irán dando pasos para confeccionar, si no hay consenso, una lista alternativa.