La esposa del alcalde de París, procesada por fraude electoral

La investigación del fraude electoral registrado en la capital francesa en las elecciones legislativas de junio de 1997 se cobró ayer una víctima de talla: Xavière Tiberi, la esposa del controvertido alcalde de la capital, Jean Tiberi. Los jueces la procesaron ayer por "maniobra fraudulenta destinada a falsificar el escrutinio", después de haber hecho lo propio con la primera adjunta de la alcaldía, del distrito V de la capital francesa, Anne-Marie Affret. El distrito V es territorio propio de Jean Tiberi, el depósito de votos que ha garantizado al actual alcalde y diputado su segura reelección. Hace ya años que los investigadores judiciales pusieron de manifiesto la existencia en el conjunto de París de un sistema de falsos votantes y electores fantasmas organizado en torno al RPR, el partido gaullista, pero, cuando se trata del distrito V, todas las sospechas e indicios adquieren automáticamente un tono clamoroso. Lo más sorprendente del asunto es que después de tantas denuncias y procesos, el fraude haya seguido practicándose hasta las últimas elecciones legislativas.

Las pruebas en cifras

Los datos obtenidos por los agentes judiciales avalan perfectamente la sospecha de que Jean Tiberi salió elegido gracias a los votantes "sospechosos", a tantos inmigrantes empadronados de manera irregular en su distritos, a electores fantasmas que declaraban domicilios inexistentes. A través de los modernos medios informáticos, se sabe ahora que en el distrito V de Jean Tiberi existen 7.228 electores "sospechosos" y que al menos 3.300 de ellos votaron en los pasados comicios legislativos. Jean Tiberi revalidó su escaño con una ventaja de 2.725 votos sobre su oponente, la socialista Lyne Cohen-Solal. El procesamiento de Madame Tiberi, firme sostén y colaboradora de su marido, sitúa al actual regidor de la capital francesa en el núcleo mismo de la sospecha, sobre todo si se tiene en cuenta que el también procesado secretario general de la alcaldía del distrito V, Raymon Nentien, ha descargado la culpa sobre las espaldas de Jean Tiberi.