La Compañía de Teatro Clásico ofrece un Calderón joven y festivo

"Nada que ver con la imagen escolar de cura próximo a la Inquisición que se tiene de Calderón". El dramaturgo y director José Luis Alonso de Santos ha querido poner de relieve la "cara más amable, festiva" del prolífico autor del Siglo de Oro en la versión y dirección de su obra La dama duende que ha estrenado al frente de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC). El montaje se presentó en el pasado mes de abril en el Teatro de la Comedia cuando Alonso de Santos era director asociado de la compañía. Recién nombrado director de la misma, trae ahora el espectáculo al Teatro Principal de Barcelona, que se ofrece desde hoy hasta el 16 de julio."En Calderón hay muchos calderones. Ésta es una obra del Calderón joven, fresco, atrevido, moderno; está escrita cuando él tenía 28 años y habla de los problemas de la juventud", afirma Alonso de Santos. En su versión, el director se propuso destacar la modernidad de la obra siguiendo una filosofía que, dice, debe imperar cuando se lleva a escena a cualquier autor clásico. "No hay ninguna relación entre lo clásico y lo rancio. Lo clásico es lo que hoy todavía interesa. Si esta obra no permitiera una lectura moderna no la habría montado". El director esgrime como argumentos a la vigencia el hecho de que "habla de jóvenes que buscan su futuro, también su amor y su placer, en una sociedad hostil. Y además de por lo que quiere decir, desde un punto de vista formal permite una puesta en escena actual".

La dama duende está interpretada por un reparto de 12 jóvenes actores encabezado por Lola Baldrich y Enrique Simón. "Es el relevo, una nueva generación de actores, y hasta ahora hemos tenido mucho éxito", señala Alonso de Santos. Los hechos le dan la razón: durante las cinco semanas de representaciones en Madrid, el teatro colgó en 30 ocasiones el cartel de agotadas las localidades. El director destaca que la obra está dirigida a todos los públicos, y eso influye en su buena acogida; "aun a riesgo de quitarnos mérito", matiza. Para Lola Baldrich, encarnar a doña Ángela, la dama duende, es "un regalo". La actriz ve a su personaje como "una mujer que busca la libertad y el amor y se atreve a romper barreras, a mover las paredes de su casa, para encontrarlas. Es una gran jugadora de la vida. Juega a divertirse, a cotillear, a enamorarse como una niña".

Para Alonso de Santos, la presencia de la CNTC en el Grec forma parte de la política de descentralización de la compañía iniciada por su anterior director, Andrés Amorós, al nombrar a Calixto Bieito y Sergi Belbel directores asociados y estimular la colaboración con otros directores catalanes. El espectáculo podrá verse en Almagro, adonde acudirá el montaje de Bieito de La vida es sueño, una colaboración entre la CNTC y Focus. En el Grec se programará también el montaje Maravillas de Cervantes, dirigido por Joan Font. Y el Teatre Nacional de Catalunya estrenará en unos meses El alcalde de Zalamea, dirigida por Sergi Belbel para la compañía. "Es una nueva situación en la que no hay barreras entre lo público y lo privado, lo de Madrid y lo de aquí", subraya el director.