Trezegol justifica su apodo

David Trezeguet, Trezegol, les hizo un flaco servicio a sus actuales empleadores. El francés, cuarto suplente de la línea de ataque después de Henry, Anelka y Wiltord, fichó hace dos semanas por el Juventus de Turín. Nadie habría sospechado que él, que vivía de tapado, marcaría el gol de oro. Su compañero Fabien Barthez, tampoco. "Me alegré mucho por Tití", comentó Barthez al salir del vestuario, en referencia a Thiery Henry, elegido, eso sí, mejor jugador de la final. Acaso el nuevo portero del Manchester tenía en ese momento la mente puesta en la chica que lo estaba esperando en el hotel: su novia, la modelo Linda Evangelista. No sabía quién había metido el gol que le dio a Francia la clasificación. "¿No fue Henry? ¿No? ¿Quién? ¿Trezeguet?", el portero era todo confusión.Pero fue Trezeguet. Un tallo de 1,90 que esta temporada alcanzó con el Mónaco el segundo puesto en la clasificación de máximos goleadores de la Liga francesa (24), después de Anderson.

"Mi ciclo en el Mónaco ha terminado", decía poco antes de la Eurocopa, vendiéndose a los cuatro vientos. "Es hora de cambiar... El fútbol español me encanta y no me molestaría ser suplente en un equipo. El banquillo no me molesta...". Quizá Trezeguet se considera un producto menos conflictivo que su colega Nicolás Anelka. De hecho, ha marcado dos goles por ninguno de su compatriota en esta Eurocopa. El segundo, de oro.

La gran estrella de la selección de Francia, Zidane, señaló que todos sus compañeros eran conscientes de lo difícil que iba a ser conseguir el título. "Si no hubiera sido por el gol de Wiltord, habríamos perdido y no habríamos tenido nada que decir", indicó. Para Zidane, su equipo se hizo acreedor al torneo. "En el conjunto de la competición, merecíamos más que los italianos. Es lógico que seamos el campeón de Europa".

"Es el triunfo del fútbol de ataque", aseguró un exultante Roger Lemerre al finalizar el partido. El técnico francés manifestó que la "voluntad de sus jugadores fue lo que permitió a su equipo doblegar a un rival tan difícil como italia.