El fiscal pide 12 años para un joven ecuatoriano acusado de matar a un dominicano

La muerte de Rolando López Frías, el joven dominicano de 21 años que murió acuchillado en el corazón tras salir en defensa de su hermana en el bar La Rubia y la Negra (calle de Río Ulla, Ciudad Lineal), ya dispone de petición fiscal. Doce años de cárcel por un delito de homicidio y el pago de una indemnización de 15 millones reclama el ministerio público al ecuatoriano Juan Raúl Rojas Macías, de 27 años, el supuesto homicida. Los llantos por televisión de su hermana, culpándose de ser la causa de la muerte Rolando, al que un año antes convenció para que viniera a Madrid, dolieron a todos. El fiscal, en su escrito provisional de acusación, se ciñe a que, tras una discusión entre el acusado y su víctima, fuera del local, Juan Raúl asestó una cuchillada a Rolando, "que dejó un hijo de corta edad". El abogado de la familia del fallecido señala en su escrito que el 21 de noviembre pasado, sobre la una y media de la madrugada, el acusado "comenzó a molestar con tocamientos a Yuri Peña Frías (hermana de la víctima)", quien se hallaba en el bar acompañada de su hermano Rolando. Agrega que, ante esa situación, Rolando salió en defensa de Yuri, motivo por el cual el acusado "extrajo de entre sus ropas una navaja con intención de causar la muerte a Rolando". Le asestó "una fuerte puñalada en el costado" que provocó su muerte.

Por este homicidio, el abogado de la familia pide 12 años de cárcel, y otro más por agredir a la hermana durante la discusión que precipitó el crimen. Según el abogado de la familia, el acusado debe indemnizarles con 20 millones.

La defensa del supuesto homicida expone otra versión de los hechos. Está de acuerdo en que su cliente se hallaba en el interior del bar, pero discrepa de la sucesión de los hechos. Juan Raúl estaba con tres compatriotas y en un momento determinado mantuvo una discusión con Yuri y su hermano, "quienes también se encontraban alterados por la ingestión de bebidas alcohólicas".

Riña en el bar

Según la defensa, Juan Raúl observó a Yuri lanzar un vaso contra uno de sus amigos, a la vez que Rolando forcejeaba con él y le arrebataba un anorak verde. En ese momento, otro de los amigos del acusado y el dueño del local intentaron zanjar la riña. Siempre según la versión de la defensa, el dueño del local expulsó a Rolando al ver que éste había sacado una navaja y que la gente huía despavorida del local. Rolando, navaja en mano, se quedó con su hermana a la puerta del local esperando que saliesen las personas con las que habían mantenido la trifulca. "La primera vez que Juan Raúl intentó salir", señala la defensa, "Rolando le reconoció y se abalanzó sobre él, por lo que volvió dentro del bar"; poco después, al intentar hacer lo mismo, Rolando se abalanzó sobre él y entonces, para defenderse, sacó una navaja usada en su trabajo (pelaba ajos para una empresa de Colmenar de Oreja). El abogado de Juan Raúl pide que se le aplique la eximente de legítima defensa.