Los criterios del plan nacional de I+D chocan con las prioridades del Gobierno valenciano

El subsecretario del Ministerio de Ciencia y Tecnología, Carlos González-Bueno, adelantó ayer en Valencia las principales líneas de actuación de su departamento recién creado, que coordinará las políticas de Investigación y Desarrollo (I+D) con las autonomías. De entrada, los criterios generales del plan nacional apuestan por impulsar la investigación básica, redefinir y potenciar la figura del investigador y crear redes de transferencia tecnológica que beneficien a las empresas. El modelo choca con las directrices avanzadas en el plan valenciano, que prioriza los programas gubernamentales del Consell, básicamente de las consejerías de Administraciones Públicas e Industria.

El impulso del Gobierno Aznar al ministerio de reciente creación en esta legislatura tiene por objetivo darle "cáracter de máximo rango político", puntualizó ayer en Valencia el subsecretario Carlos González-Bueno en la primera presentación de las directrices de Ciencia y Tecnología en una comunidad, como la valenciana, marcada por la dificultad del tejido empresarial [constituido en un 95% por pymes] para incorporar las nuevas tecnologías a su planta productiva. El mensaje del subsecretario de Ciencia y Tenología lanzado en la sede de la patronal CEV es, pues, doblemente simbólico ya que su presidente, Rafael Ferrando, ha reclamado por activa y por pasiva la necesidad de que el Gobierno ajuste medidas financieras y fiscales a la realidad concreta valenciana.En esa dirección, Ferrando se congratuló de la creación del ministerio que, en palabras del propio Gonzaléz-Bueno, fomentará la inversión pública y privada en I+D y potenciará la transferencia tecnológica a las empresas, fundamentalmente pequeñas y medianas. Para ello, el Gobierno contempla dar mayor movilidad a los investigadores, potenciar la investigación básica universitaria y de los centros de investigación públicos y aplicar un gran paquete de subvenciones, ayudas y créditos, además de bonificaciones fiscales encaminadas a que las empresas rentabilicen del resultado de las investigaciones para poder ser más competitivas. Ferrando recordó, sin embargo, que "la ComunidadValenciana seguirá siendo Objetivo 1 hasta el 2006". Un periodo que "deberá estar marcado por el aprovechamiento eficiente de los fondos europeos, nacionales y autonómicos, que supongan el reforzamiento de nuestras empresas".

El Gobierno, según González-Bueno, se ha hecho eco del reclamo y tiene previstas varias líneas de acción en las que por primera vez se bonificará la formación, se fomentará la movilidad del personal investigador, se instrumentarán nuevos equipos científicos y tecnológicos y se hará una distribución eficaz de los recursos en coordinación con las comunidades autónomas, con el objetivo de "incoporar decididamente las empresas a la cultura de la innovación tecnológica" e "incrementar sus inversiones en I+D". La Comunidad Valenciana está 28 y 30 puntos por detrás de Madrid y Barcelona en gasto en investigación y desarrollo [representa sólo el 27% de la inversión total], recordó Ferrando, quien, sin embargo, recordó la enorme capacidad que tienen las universidades y los centros tecnológicos valencianos, para "erigirse en elementos claves y dinamizadores".