"La defensa de la libre competencia no podemos dejarla a la derecha"

Exponente máximo de la generación de dirigentes del PSC que han accedido a las principales responsabilidades del partido, José Montilla (Iznájar, Córdoba, 1955) lleva cinco días como primer secretario de los socialistas catalanes. Se muestra satisfecho del resultado del congreso y mantiene la idea de que en la etapa de liderazgo compartido con Pasqual Maragall, nuevo presidente del partido, lo básico es la confianza entre ambos.Pregunta. Jordi Pujol ha dicho que el noveno congreso del PSC ha sido una afirmación de socialismo puro y duro, en contra de la apertura que preconizaba Pasqual Maragall en la campaña de las autonómicas.

Respuesta. Con una nieta de Cambó, el gran líder de la derecha catalana de principios de siglo, hablando ante el Congreso en nombre de un grupo de empresarios, no veo yo que se pueda hablar de no apertura. La reacción de nuestros adversarios es una confirmación de que hemos hecho el congreso que necesitamos y no el que querían ellos.

P. ¿Y qué querían hacer?

R. Reafirmar el partido, el espacio político y nuestro proyecto para con los ciudadanos. Confirmar la fortaleza del PSC es lo que nos permite la apertura a otros sectores. Esto es básico para poder sumar sensibilidades distintas al proyecto de cambio en Cataluña.

P. ¿Cómo van a delimitar las funciones que le correspondan a Pasqual Maragall como presidente del partido y a usted como primer secretario?

R. Lo fundamental en este reparto de papeles es que Pasqual y yo lo tenemos claro. Y lo que se haga, se hará con sentido común. Lo nuevo es que, antes, nunca el presidente del partido había sido el candidato a la presidencia de la Generalitat.

P. Precisamente porque el presidente del PSC sólo tenía funciones honorarias y representativas, y hace falta precisarlas ahora si se quiere que tenga un papel político, ¿no?

R. Que se pongan en un papel es secundario. Lo importante es que nosotros sepamos qué queremos y que hagamos lo que la gente espera, dentro y fuera del partido. Ya sean los militantes, los simpatizantes o los votantes que tenemos y los que esperamos tener.

P. ¿Qué idea tiene de lo que quieren?

R. Esperan un partido abierto, sólido, fuerte, como le corresponde a la primera fuerza política del país. Esperan que represente la pluralidad social y que sea capaz de ganar las elecciones y gobernar Cataluña. El reparto de papeles entre Pasqual y yo tiene que ser el adecuado para estos fines.

P. En la clausura de su congreso dijeron que iban a ocuparse inmediatamente del que ha de celebrar el PSOE. ¿Cómo quieren incidir en él?

R. Esta semana y la próxima hacemos las asambleas locales y a mediados de julio se celebrará la conferencia de todos los delegados que nombrará al portavoz y a nuestros candidatos a los órganos del PSOE. Y, aparte, estaremos en contacto con nuestros compañeros del PSOE para que el congreso tenga la mejor salida posible.

P. ¿Qué entiende usted por mejor salida?

R. La mejor es la que asegure un proyecto y una dirección que pueda ilusionar a las bases y a los electores. Sobre la base de nuestras propuestas escucharemos a los candidatos. Estaremos atentos especialmente a lo que nos propongan sobre el modelo de Estado, el modelo de partido y las alternativas a proponer a los ciudadanos.

P. ¿No tiene ya una idea de qué candidato prefiere?

R. Estamos en una fase demasiado previa y ellos no han precisado todavía lo suficiente sus propuestas.

P. Pero ustedes deben saber qué desean para el PSOE...

R. Lo que queremos es una dirección sólida con una mayoría estable. Y un proyecto para la España plural de hoy.

P. ¿Es partidario de que se llegue al congreso con cuatro candidatos a la secretaría general como hay ahora?

R. La proliferación de candidatos puede estar bien para una primera fase, pero llegar al congreso con cuatro o cinco candidaturas no sería lo mejor.

P. ¿Con qué orientación....

R. Tiene que ser un respetuoso defensor de los logros de los gobiernos socialistas. Pero el futuro no se gana mirando al pasado con añoranza. Estoy de acuerdo con Chaves cuando dice que el PP nos ha arrebatado la bandera de la modernidad y que hay que recuperarla.

P. ¿Modernidad es liberalización?

R. La defensa de la libre competencia que acaba beneficiando a los consumidores no debemos dejarla a la derecha. La derecha, además, lo dice pero no lo hace. Habla de libre mercado y acaba defendiendo los oligopolios.

P. ¿Ésa es la bandera que les ha quitado el PP?

R. La suya es una modernidad más aparente que real. Ahora nosotros tenemos que explicar bien nuestro proyecto. Liberalización no quiere decir ausencia de control ni regulación. A mí me gusta más hablar de libre competencia que de libre mercado. Y hemos de mantener y mejorar el Estado de bienestar.