"Uno de los factores del derrumbe de IU está en la apuesta que hizo por dividir CC OO"
Julio Ruiz afronta su tercer y último mandato como máximo dirigente de Comisiones Obreras en Andalucía. El pasado jueves fue reelegido secretario general del sindicato en su octavo congreso regional, que estuvo marcado, precisamente, por el afianzamiento de Ruiz en la central y el descenso de apoyos del sector crítico.Comisiones Obreras en Andalucía ha apostado por la continuidad con la reelección de Julio Ruiz como secretario general de la organización sindical. De 54 años, este empedernido lector del escritor Arturo Pérez Reverte afronta su tercer y último mandato con la tranquilidad que le da el 66% de los votos obtenidos en el octavo congreso regional del sindicato, que concluyó ayer en Sevilla. Sin embargo, Julio Ruiz no podrá bajar la guardia los cuatro próximos años y tendrá que conjugar los intereses de las dos corrientes existentes en el sindicato, la mayoría y oficialista, que él lidera, y la de los críticos, encabezada por Antonio Rodrigo Torrijos.Pregunta. El hecho de que el sector crítico haya perdido representatividad en el sindicato, ya que ha pasado del 37% de votos al 32%, ¿facilitará su labor en este nuevo periodo?
Respuesta. Nosotros vamos a continuar con las puertas abiertas y creo que el que la cohesión y la unidad de este sindicato se consolide cada vez más es una responsabilidad, fundamentalmente, de la minoría y no de la mayoría, que no tiene ninguna voluntad de exclusión. Quien se excluye es el que no acata el veredicto del congreso. Espero que en estos cuatro años los roces y discursos cambien y estén más cercanos a la realidad de los trabajadores.
P. Tras su victoria, ¿pasará pagina e intentará ganarse a los críticos?
R. La reflexión fundamental debe estar en aquellos que en su momento se salieron de la normalidad democrática. La mayoría ha tenido, tiene y tendrá la vocación de ampliar esa mayoría. Desde la defensa de la pluralidad, la mayoría pretende que la etapa que comenzamos culmine con una mayor cohesión desde la premisa fundamental del respeto a la mayoría y la lealtad a las conclusiones de la mayoría.
P.¿ Qué diferencia a un sindicalista crítico y otro del sector oficialista?
R. La diferencia es que la mayoría sindical ha hecho una apuesta, que además es irreversible, por la independencia y la autonomía del sindicato respecto a cualquier política partidaria. También que la mayoría es plural, diversa y dinámica, al igual que la mayoría considera que la movilización por la movilización es un factor negativo que no sólo no hace avanzar sino que nos haría retroceder. Por ello la gran diferencia es que la mayoría piensa que además de movilizar, como último factor a utilizar, lo fundamental es hacer propuestas, negociar y acordar.
P. ¿Cómo juzga el papel jugado por Izquierda Unida en la crisis de CC OO?
R. Más que Izquierda Unida ha sido el partido comunista, que tuvo un error de dimensiones extraordinarias, que se ha expresado en términos de presencia política, de votos en Izquierda Unida. Hizo una apuesta por defender una de las posiciones y agudizar la división en Comisiones Obreras. Se equivocó radicalmente y está pagando en términos electorales y en influencia en la política. Yo creo que uno de los factores fundamentales en el derrumbe de IU está en la apuesta que hizo por agudizar la división y la confrontación en CC OO. Por lo tanto ha habido una etapa en la que jugó un papel de echar leña al fuego, que le ha salido muy mal. Ojalá tengan una reflexión importante para no caer en este tipo de errores.
P. Usted se dio de baja como afiliado del partido comunista hace tres años, ¿en algún momento se ha arrepentido de esta decisión?
R. No. No me he arrepentido en absoluto. Soy un hombre que desde muy joven he militado siempre, desde las Juventudes Comunistas hasta que abandoné el PCA por su apuesta a dividir CC OO. Eso fue lo que me hizo abandonar el partido. Creo que es buena la militancia y, seguramente, el día que deje de ser el secretario general de CC OO de Andalucía volveré a militar en alguna formación política. No diré en cuál, porque tampoco el panorama político es muy motivador.
P. ¿Mantiene su apuesta por el diálogo social?
R. Sin duda. En materia de diálogo social no lo hago por una cuestión de imagen, soy un absoluto convencido de que la solución a cualquier problema viene dada por la vía del diálogo. Los procesos de diálogo social y las consecuencias que se derivan del mismo son los más progresistas que se realizan en estos momentos en Andalucía. La concertación está teniendo una grandísima contribución a esta comunidad autónoma.
P. Que le falta a la concertación andaluza?
R. Hay que esforzarse, echarle imaginación para que la concertación andaluza tenga más eficacia, mayor operatividad en todo aquello que hacemos. Los esfuerzos hay que dirigirlos a la creación y la calidad de empleo de Andalucía.
P. ¿Por qué hay una oposición tan tajante de los empresarios a la jornada de 35 horas?
R. Por su egoísmo histórico, su vocación rentista más que empresarial, que les hace pensar en cómo enriquecerse cada vez más, olvidándose de una función principal del empresariado, como es el riesgo. Al igual que el compromiso con la zona en la que gana dinero, en este caso en Andalucía. No obstante son bastante cortos de miras y acabarán arrollados por lo que será una realidad, más pronto que tarde.
P. ¿Al finalizar este tercer mandato que ahora comienza dejará la vida sindical?
R. No he pensado lo que voy a hacer en absoluto de aquí a cuatro años. Tiempo habrá de pensar en lo que voy hacer, aunque una de las cuestiones que debo preparar es cómo se hace la sustitución de Julio Ruiz en Andalucía sin que quede ningún trauma.
P. ¿La unidad de acción con UGT sigue gozando de buena salud?
R. Es uno de los valores estratégicos más importantes que este sindicato ha defendido siempre. Estas cosas tienen altos y bajos, pero la unidad de acción no es una estrategia a la que estemos condenados sino que es la perspectiva más gratificante para el futuro de ambos sindicatos.
