Un saco de goles, mucha épica y victoria del sur
Aplastante dominio mediterráneo en un torneo en el que ya se han marcado 65 tantos, uno más que en toda la edición de 1996
Con 2,7 goles por partido, la primera fase de la Eurocopa ha dejado momentos brillantes, emociones de alta graduación, buenas individualidades -también varias calamidades- y un claro dominio del fútbol mediterráneo. La hegemonía de los países sureños ha sido aplastante. Sólo una excepción: Holanda, cuyos atributos futbolísticos nada tienen que ver con su ubicación geográfica. El fútbol más ponderado del sur, con tendencia general a primar la imaginación por encima del músculo y la estatura, ha copado los cuartos de final y los mejores momentos del torneo.Los tres participantes escandinavos, además de ingleses y alemanes, han fracasado con su inclinación por el juego físico, poco sutil y cegado a la imaginación. Ha prevalecido el gusto más refinado de latinos y mediterráneos. Equipos de estatura media, que habitualmente se perfilan con un 4-4-2 clásico -con un director de juego y un enganche-, cuyo punto de partida es la pelota y en los que los zurriagazos a los delanteros -siempre más livianos que sus colegas del nortes- sólo supone una variable más del juego, y pocas veces el primer y único recurso.
Los 24 partidos de la primera fase se han cerrado con 65 goles, una cifra extraordinaria si se tiene en cuenta que ya se han conseguido más que en los 31 encuentros de la edición inglesa del 96, cuando se anotaron 64. Los ataques han primado, como lo demuestra que los seis primeros en este capítulo (Holanda, Francia, Portugal, Yugoslavia, España e Italia) estén clasificados para la siguiente fase. El que mejor se ha defendido (Noruega) ya descansa en su país, víctima de su timidez, con un gol en su cuenta, conseguido además tras una salida en falso del guardameta español Molina, y sólo 13 remates ejecutados contra la portería contraria. La selección más "equilibrada" ha sido Yugoslavia, que ha marcado tantos goles (7) como ha recibido, y la más dislocada, otra norteña, Dinamarca, la peor en ataque y en defensa: sin goles a favor y con ocho en contra. El campeonato, hasta ahora, ha dejado un puñado de nombres propios y de gestos heroicos.
- Figo y Rui Costa. Autor de uno de los goles del torneo -frente a Inglaterra-, Figo ha aprovechado este balcón internacional para subrayar la categoría y fortaleza mental que hace años exhibe en el Barça. Su compañero Rui Costa (dos asistencias) también ha estado a un gran nivel, sobre todo frente a los ingleses. Jugadores de una magnífica generación portuguesa -campeones de los Mundiales sub 20 de 1989 y 1991-, se les aprecia especialmente motivados para confirmar con su selección aquellos prometedores inicios.
- Zidane y Henry. Los dos mejores en el sobresaliente tono general de Francia, actual campeón del mundo. El primero, por clase y sabiduría; y el segundo, por potencia y definición ante el gol. El talento de Zidane al servicio de la velocidad de Henry se ha constituido en la mejor sociedad de la Eurocopa.
- Drulovic y Milosevic. El primer asistente del campeonato (Drulovic) y el mejor goleador (Milosevic). El pequeño y habilidoso jugador del Oporto focalizó la remontada frente a Eslovenia -un gol y una asistencia-, fue decisivo en la victoria ante Noruega y con dos grandes servicios puso a Yugoslavia dos veces por delante de España en el marcador. Milosevic comenzó de reserva antes de dar inicio a su recital goleador.
- Bergkamp y Kluivert. La mejor conexión del anfitrión holandés, que ha tenido momentos titubeantes y otros esperanzadores. Una jugada mágica del jugador del Arsenal abrió la victoria frente a Dinamarca con un gol del ariete azulgrana, que también aprovechó un gran servicio de su compañero ante Francia. Curiosamente, los siete goles holandeses han sido anotados por jugadores del Barça.
- Toldo y Rüstü. Del bajo perfil ofrecido por los porteros se salvan sobremanera el meta italiano y el turco. El portero del Fiorentina ha sido el que más paradas ha realizado (19) y el turco del Fenerbahçe ha sostenido con firmeza a uno de los equipos a los que más veces han rematado (67). Guardianes de los conjuntos más defensivos de cuantos han llegado a cuartos, en sus respectivos encuentros frente a Bélgica su actuación fue clave.
- Aliento español y rumano. Al margen de las individualidades y la voracidad goleadora, el torneo ha vivido varias remontadas épicas. Portugal dio el banderazo frente a Inglaterra. Al día siguiente, Yugoslavia escaló un 3-0 de Eslovenia y en su última jornada, rumanos y españoles lograron su supervivencia en el último suspiro. Los rumanos, con un penalti frente a Inglaterra a falta de dos minutos; los españoles con un voleón de Alfonso a falta de diez segundos. Los de Jenei con Galca e Ilie tirando del carro; los de Camacho con el aliento de Guardiola, Raúl y Mendieta.
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