La rehabilitación de la casa de Fuster centra un homenaje en Sueca

La casa de Joan Fuster se convirtió ayer en el centro neurálgico del homenaje que a lo largo de la mañana una representación de la Assemblea de Regidors le dedicó al ensayista de Sueca con el fin de conmemorar el octavo aniversario de su fallecimiento, el 21 de junio de 1992. Por la tarde, y organizado por la corriente Esquerra y País, intelectuales y políticos leyeron de forma continuada hasta las diez de la noche en la Casa de la Cultura la obra cumbre de Fuster Nosaltres els valencians.

Un grupo de concejales y alcaldes de distintas poblaciones de la Comunidad Valenciana, Cataluña, Baleares, Andorra y L'Alguer, de formaciones tan dispares como el PSC, PSPV, CiU, EU, ERC, NE e IC, Els Verds y el PAR aragonés, sometieron a un prolongado interrogatorio al arquitecto Vicente Miragall, responsable de la rehabilitación de la vivienda del escritor. Miragall, tras mostrarles todas las dependencias de la vivienda, explicó los detalles del proyecto para cuya consecución la Consejería de Cultura ha destinado 60 millones de pesetas.El futuro centro de estudios fusteriano contará en la planta baja con el racó de Fuster, donde trabajaba el escritor, además de un patio abierto que se utilizará para conciertos y presentación de libros. En la primera planta quedarán ordenados los 25.000 volúmenes que conforman su biblioteca y en la planta superior se ubicarán dos salas polivalentes. Miragall advirtió a los munícipes que "no es una reconversión sentimental, sino útil y práctica". Pero los sucesivos retrasos -"[la casa] lleva 2.000 días cerrada"- merecieron la crítica al Consell de Eliseu Climent, presidente de Acció Cultural. Climent resaltó, en cambio, los esfuerzos de los distintos gobiernos municipales. Las obras comenzarán en septiembre. El presidente de la institución Joan Fuster, Carles Solà, destacó que la vinculación del escritor con su pueblo "no le hizo perder nunca su universalidad".