_
_
_
_
Entrevista:AMIGOS Y VECINOS IA CLÚA

"Ya no tengo prisa por triunfar" RAMÓN DE ESPAÑA

Pregunta. El otro día, cuando llamé al fotógrafo del diario para que te inmortalizara, me preguntó: ¿Qué ha sido de él?Respuesta. Bueno, la verdad es que no he desaparecido del mapa. Hace tres años publiqué un disco con mi hermano del alma Jordi Batiste, tengo terminado un álbum en castellano, vivo muy bien de la publicidad...

P. Supongo que mi amigo el fotógrafo se refería a que andas medio retirado del mundo de la música.

R. ¿Retirado? No exactamente. Supongo que me he hecho mayor, que ya no tengo prisa por triunfar, que voy a mi ritmo.

P. ¿Por qué se disolvió el dúo Ia i Batiste?

R. ¿Y a ti quién te ha dicho que se ha disuelto? ¿Y si un día de éstos nos reunimos, juntamos canciones y publicamos un disco?

P. Pues me alegraré mucho porque siempre fui fan vuestro, pero no tengo la impresión de que esa reunión sea inminente.

R. No, puede que no lo sea. Mira, Jordi y yo somos como hermanos, nos conocemos de toda la vida, fuimos concuñados porque nos enamoramos de dos hermanas... Nuestra última desavenencia se produjo porque él quería sacar una antología y a mí me dan por el saco las antologías: ¿para qué homenajearte a ti mismo cuando puedes publicar material inédito? Pero lo nuestro, aunque a veces estemos juntos y a veces separados, es para toda la vida.

P. ¿Crees que el concepto Ia i Batiste fue entendido por la sociedad que os albergaba?

R. No estoy muy seguro. Mucha gente se quedó con la parte humorística de la propuesta, pero tengo mis dudas de que la parte lírica y sentimental fuera igualmente apreciada.

P. ¿La publicidad es una cruz para ti?

R. En absoluto. Me lo paso de miedo componiendo música para anuncios y, como te decía antes, vivo muy bien gracias a la publicidad. Ahora me voy a grabar unas cosas a Caracas que se podrían grabar tranquilamente en Madrid, pero bienvenido sea ese viajecito a Venezuela. La publicidad tiene una mala fama injustificada, y los publicistas también. No es cierto que todos sean unos memos y unos esnobs carentes de cultura. ¿Conoces a Tito Muñoz?

P. Me lo han presentado alguna vez, pero nunca hemos cruzado más de cuatro palabras.

R. Deberías cruzar algunas más: es un tipo estupendo, y un poeta excelente. Podría estar forrado si se dedicara a la publicidad a tiempo total, pero sólo le dedica media jornada. La otra media es para la poesía. Ese último disco del que te hablaba consiste, precisamente, en una serie de canciones compuestas a partir de poemas de Tito. Es un disco en castellano con un título que me encanta: El mundo en una mancha.

P. ¿Cuándo saldrá?

R. Buena pregunta. No lo sé. Lo he movido un poco por Barcelona y me han dado muchas palmaditas, pero pocas ayudas concretas. Es como si no supieran qué hacer con él, como si no entrara dentro de ninguno de los géneros que hoy dan dinero.

P. Igual en Madrid te harían un poco más de caso.

R. Lo dudo. Ya sabes cómo van las cosas por allí. Todos son muy simpáticos, te dicen lo de Vente pa Madrid, tú picas y te vas a vivir allá y entonces empieza el vía crucis. Cada vez que llamas a cualquiera de esos personajes tan simpáticos que te han convencido para que te traslades nunca consigues hablar con ellos y te pasas la vida dejándole recados a la criada filipina. Y yo tampoco estoy para cambios de residencia: te recuerdo que soy un padre divorciado con dos hijos adoptivos a los que adoro.

P. O sea, que El mundo en una mancha igual no sale nunca.

R. Acabará saliendo, pero no sé cuándo.

P. Pero, amigo Clúa, el mundo es de los pelmazos, de los que insisten. Si sigues con ese fatalismo, no triunfarás nunca.

R. Qué agobio el triunfo, ¿no? Ir de gira por España y por Suramérica, dormir cada noche en una cama distinta, no ver a mis hijos...

P. ¿Es mejor ser un precursor incomprendido, el padre espiritual del nuevo rock catalán?

R. Cuidado con lo que dices. Estoy harto de que nos acusen a gente como yo, Pau Riba o Sisa de ser los padres espirituales de todo ese rock auspiciado por la Generalitat. No me importa que me reivindique gente decente como Sau, Sopa de Cabra o Els Pets, pero hay cada supuesto heredero espiritual que francamente...

P. ¿Por qué salió tan mal tu lanzamiento, a principios de los ochenta, bajo el rutilante alias de Moto Clúa? Recuerdo Amic majestic como un disco lujoso, bien presentado, ligeramente sobreproducido.

R. Creo que hubo un pequeño malentendido entre la compañía y yo. Se trataba de un material intimista que se presentó a bombo y platillo. No funcionó.

P. Te lo produjo Serrat, ¿no?

R. Otro amigo del alma. Una excelente persona que siempre está ahí cuando le necesitas.

P. Serrat no necesita irse a vivir a Madrid, pero, de todas maneras, qué triste resulta la fuga masiva de las discográficas, ¿no crees?

R. Pues sí, la verdad. ¡Otro éxito de la política cultural de Convergència i Unió! Pero me temo que el Gobierno no es el único responsable de la situación musical de Barcelona. La iniciativa privada, y englobo a todos los sectores, incluidos especialmente los músicos, tampoco se ha portado con mucha brillantez. Me gustaría creer que esta ciudad rebosa de talento musical que no puede expresarse por culpa de la opresión nacionalista, pero me temo que no es así.

P. Yo creo que tenemos personas interesantes a las que no hacemos el menor caso. Pienso en gente tan dispar como Jordi Sabatés o Alfonso de Vilallonga.

R. Alfonso está muy bien, pero me temo que predica en el desierto. En Madrid lo van a entender tan mal como a nuestro común amigo Sisa. Debería irse a París o a Berlín.

P. ¿Quién ha financiado ese disco que tal vez no salga nunca?

R. Yo mismo. Es lo mínimo que puedo hacer con el dinero que gano gracias a la publicidad, ¿no?

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_